《Tirano |ChanBaek|》Consola nueva.

Advertisement

No me quiero bajar, elévame más y más.

Tienes perras en todos lados, yo me escondí por un rato.

Prometiste olvidarte del mundo si mi cuerpo fuera tuyo.

El mundo quiere perder el control, todo lo que hacemos es decirle que no.

Un caleidoscopio así es tu amor.

Tyrant - Kali Uchis.

Chanyeol despertó con la sensación de que deseaba soñar con Baekhyun, perdonarlo al menos en sueños y que todo fuera como antes. Pero por más que lo intentaba, nada, no venía a su mente. Poco a poco la imagen de Baekhyun en su mente iba desapareciendo hasta darle paso a sus cosas favoritas, como la música, 2NE1, la nueva consola de juegos y Star Wars.

No era tan malo tampoco, no se quejaba, durmió bien y en definitiva su sueño fue muy agradable. SU cuerpo se sentía liviano, listo para enfrentar el nuevo día aunque no quisiera ir a la escuela otra vez, probablemente el tema más comentado sería ese, cómo Baekhyun podía no saber de su alergía siendo que mínimo eran amigos.

A veces deseaba que Baekhyun lo hubiera tratado mejor, que fuera suave y comprensivo, sonriente como era con todos los demás, pero le gustaba que Baek también fuera una furia andante, dominante y explosivo, como su primero novio, Kibum, ambos eran mandones a no más poder y pequeño en comparación con él.

Tenían esos ojos atrayentes y terriblemente seductores que lo atrajeron, pero a diferencia de Baek, Kibum fue más amable al terminar todo, dijo que no eran lo suficientemente compatibles, pero que guardaría con cariño su tarjeta V para siempre y aunque no era muy romántico le pareció un discurso de término genial. Algún día quería ser igual de genial que ese Hyung, incluso hasta ahora era amigos, Kibum le envió flores al hospital con un mensaje igual de coqueto que él, mensaje que Baek leyó también para luego quemarlo sin remordimiento.

Ese chico tenía un grave problema con los celos, Baekhyun creía que él podía hacer lo que quisiera mientras él solo podía tener de amigos a Jongin y con suerte Sehun. Aunque tampoco es que tuviera muchos amigos, ni siquiera tenía un mejor amigo. El que consideró como su mejor amigo por años huyó.

Sí.

Su hurón.

Su maldito y adorado hurón que huyó de casa un día para nunca volver, mierda, como lo extrañaba, aunque apestara y lo mordiera constantemente. A veces creía que era un poco masoquista porque siempre seguía con lo que le hacían daño, solía amar a esas personas.

Lo que tiene de alto lo tiene de idiota, sin duda.

Ya no iba a lamentarse, después lo extrañarían y se darían cuenta lo que habían perdido, así como él se dio cuenta que lo tenía todo y lo perdió cuando 2NE1 se separó, la ignorancia era mejor que saber que su grupo favorito nunca más sacaría una canción juntas.

Nuevamente deprimido fue a la escuela. Mejor se hubiera quedado en cama comiendo doritos hasta reventar, pero ya estaba ahí. Junto a todos esos mequetrefes que llamaba compañeros de escuela, esos que solo servían para pedirle favores y esparcir rumores sobre él y su ex novio.

Fue sorpresivo cuando al entrar nadie lo miraba con burla o lastima, ni siquiera lo miraron dos veces, lo que le produjo mucha satisfacción. Lo que más quería era pasar el resto de año desapercibido, en paz y lejos de todos los chismes de turno. Muy muy lejos, lo que implicaba también estar lejos de Baekhyun, lo que ya no sería un problema.

―Chanyeol, dios mío, viniste, pensé que te tomarías un día de descanso. – Jongin palmeó su espalda a modo de saludo, Sehun solo inclinó la cabeza levemente.

Advertisement

―Pensé lo mismo, sobre todo después de que Baekhyun intentara envenenarte, te dije desde un principio que no era buena idea que saliera con él, ahora ves que siempre tuve la razón, ahora casi te mató. – Agregó Sehun aun visiblemente molesto.

―Lo sé, lo dijiste aproximadamente veinte veces en el hospital incluso cuando Baek estaba ahí.

―Él no tenía por qué estar ahí, fue su culpa desde un principio, quizás si no fuera tan fácil habría aprobado tu relación con él, pero no, eres demasiado bueno para él. – Sehun era algo así como el más quejumbroso del grupo, bastante metiche y siempre tenía algo malo que decir sobre el resto: que eran muy feos, que eran muy egocéntricos, que eran muy putas, muy santurronas. No había intermedios para él. Blanco o negro, frío o caliente, vestido azul o dorado...ah no, eso ultimo no, como fuera, aunque adoraba a su amigo no iba a mentir al respecto. Sehun era un chismoso que sabía la vida de todos y lo usaba a su provecho.

Pero tampoco nadie se le resistía ¿quién podía decirle que no a esa cara bonita y cuerpo agradable? Hasta él era débil para con Sehun, el único inmune era Jongin y eso porque se conocían desde siempre así que el efecto Oh no tenía cabida en él.

Baek era algo parecido, aunque en vez de entrometido sobre la vida de los demás le importaba demasiado lo que pensaría el resto de la gente. Incluso Baekhyun a veces llegaba a considerarse feo por comentarios anónimos en sus redes sociales. Baekhyun, uno de los chicos más bonitos de la escuela. Mucho más bonito que Sehun, pero mucho más bajo también.

Era el efecto Byun, el cual odiaba. Consistía en que no importaba que tan malo fuera Baek, que cosa tan mala hiciera o dijera, Nada importaba porque la lindura de Baekhyun se contraponía a todo eso. La gente solía utilizar la patética excusa de que era muy lindo y que nadie podía molestarse con él por su adorabilidad. Patrañas, sino mírenlo a él, que incluso tuvo la valentía para terminar con ese chico precioso.

Hey, todos esos que tuvieran el efecto Byun deberían dejarse de idioteces y madurar, cuando la gente actúa mal, actúa mal y hay que hacérselo saber.

Tskk. A quien engañaba, también fue parte del efecto Byun, pero es que esos ojitos caídos con esos labios sonrientes junto al lunar en la esquina eran demasiado seductores para el bien de cualquier persona completamente cuerda y con un gusto especial por las cosas lindas, pero aun así, maduren y comprendan de una vez que eso está mal. Cambio y fuera.

Sehun y Jongin siguieron hablando, poniéndolo al día sobre lo que había ocurrido cuando no estaba, como si le importara lo suficiente, aunque sí fue interesante saber que Yunho tenía la nariz rota por una patada bien dada ¿Quién podría tener esa elasticidad para darle una patada en el rostro? Solo un nombre se le venía a la mente.

Como fuera ya no era su asunto, nada que involucrara ese mundo lo era, ahora se enfocaría en lo realmente importante...comprar esa consola nueva, la deseaba con todas sus fuerzas, qué más podía decir, deseaba tanto tenerla en sus manos y darle un buen eso que consideró tener un trabajo a medio tiempo para conseguir el dinero suficiente.

Mientras la profesora de física no lo veía se dedicó a buscar ofertas de empleo, había varios para diferentes cosas, desde cafeterías de gatos hasta meseros en un restaurante elegante de la zona. La cafetería de las mascotas le gustaba, sonaba como una excelente idea, pero era alérgico, muy alérgico, no se imaginaba estar estornudando sobre todos los pedidos, sería despedido de inmediato. Estaba también como vendedor en una tienda de ropa, pero estar parado todas esas horas sonaba demasiado cansador para su gusto, lo mismo con el trabajo de mesero, ya se veía confundiendo todos los pedidos, rompiendo y quebrando platos antes de recibir su primer sueldo.

Advertisement

Así fue desechando cada una de las ofertas hasta que no le quedaba ningún número al que llamar, solo excusas para convencerse de que el trabajo no era el correcto cuando solo no quería trabajar de verdad, quería el dinero, pero no el esfuerzo físico, lo que es una cosa muy normal en el ser humano.

Lo queremos todo sin dar nada. La juventud siempre quiere padres que los entiendan siendo que nunca están dispuesto a conversar con sus padres de lo que sienten realmente. Sin esfuerzos nada es posible, las cosas no llegan de la nada y lo sabía, tampoco podía pedirles más dinero a sus papás porque ya lo había hecho gastar demasiado en todos los tomos de One Piece existentes hasta el momento. Su noona dijo que eso era ridículo, pero no le prohibió nada, las ventajas de ser el consentido bebé de su hermana mayor.

Recordaba como Yoora lo consideraba un muñeco más cuando era niña, para ella él no era más que un juguete que lloraba y hacía popo, Yoora gustaba de tomarlo en brazos todo el día, darle su biberón y jugar con él. A medida que ambos crecían su hermana tomó conciencia de que él no era un juguete sino su hermanito y lo quiso más. No tenía quejas respecto a su hermana, ella era genial y estaba a punto de terminar su carrera de periodismo, si era sincero a veces él se sentía mal por ser un perdedor en comparación con ella siendo que ambos tenían las misma oportunidades.

Pero ella siempre fue más determinada y valiente, la culpaba ligeramente de su cobardía. Ella siempre era capaz de tomar todos los castigos de sus padres tan solo para que no lo castigaran a él, ella solía echarse la culpa cuando el quebraba algo. Lo acompañaba a donde fuera, ella siempre estaba dispuesta a cuidarlo.

Tenía mucha gente buena a su alrededor también, no solo era gente que lo había hecho sufrir enormemente. Jongin era un amigo que siempre te recibiría en casa en caso de que lo necesitaras. Sehun siempre estaba dispuesto a arruinarle la vida a alguien que lo molestara, puesto que Sehun era extremadamente posesivo con sus amigos era un chico genial.

Sus padres eran lo que se podría llamar fantásticos, gustaban de buena música y eran tan sonrientes además de amables que parecían sacados de esos infomerciales de patéticos productos que mostraban un antes ridículo donde la gente actuaba tan falsamente y el después, personas sonrientes diciendo cómo les había cambiado la vida cierta: taza, mesa, maquina, limpiadora. Bueno, sus padres eran el después, nunca perdían esa sonrisa conciliadora y eso era admirable, aunque él también era risueño no era nada a comparación con sus papás.

Kibum era un ex novio y amigo estupendo, sin pelos en la lengua, sincero y muy divertido. Ni siquiera recordaba bien cómo s que sus caminos se cruzaron alguna vez, quizás fue en alguna clase extra o en alguna tutoría que pidió porque Kibum era mucho mayor y experimentado.

Fue una bendición para él que Bummie fuera bastante experimentado al momento de hacerlo porque aprendió trucos que hacían delirara a Baekhyun, a veces su ex parecía esos dibujos hentai donde sacan la lengua y ruedan los ojos exageradamente producto del placer. Realmente agradecía a Kibum y todo lo que le enseñó porque Baek también era experimentado y no quería fracasar con el chico que en su momento le había robado el corazón sin intenciones de devolvérselo, eso antes de partirlo en mil pedazos y arrojarlo al suelo sucio, claro.

Vaya, que deprimente se tornó de pronto, regresando a Kibum, quien seguía siendo su amigo que le enviaba imágenes graciosas y estúpidas de vez en cuando. Ese chico fue el que le dio algo de valor, el valor suficiente para invitar al fantástico Byun Baekhyun a un cita cuando él no era nada más que un don nadie de casi dos metros con un enamoramiento por el chico bonito de otra clase, fue una casualidad que tuvieran que trabajar juntos antes porque normalmente dos clases distintas, pero del mismo grada no trabajarían juntos, pero ellos lo hicieron y ahí nació el amor, para luego morir, pero eso es otro cuento.

Como decía, su vida no era tan mala y seria aún mejor si no estuviera sobrepeso, pero bien dicen que enamorado uno engorda, ahora que estaba solo y deprimido otra vez pudiera bajar esos kilos demás que hacían que su estómago estuviera flácido y algo abultado. Se veía ridículo con su metro ochenta y cuatro y esa panza de embarazo de cuatro meses. Se parecía a su tío Hyewon, aunque su tío tenía treinta años más que él.

Por Dios, él era un hombre, nunca tendría un bebé, no tenía derecho a esa gordura y nunca tendría un bebé. La sola idea le hizo estremecerse de asco, en qué mundo y qué cabeza a alguien le podría parecer lindo u atractivo un chico pudiendo embarazarse. Aunque algunos chicos no se verían tan mal, sobre todo aquellos que tenían esa aura más maternal, quizás estaba siendo prejuicios, sí alguien quería imaginar un mundo así está bien, él no tiene razón para inmiscuirse en el gusto de los demás, aparte de que es de mal gusto hacerlo.

No quería ser esa tía quejumbrosa y prejuicios que todos enviaban en las reuniones familiares, no, claro que no quería serlo.

El día se pasó lento, culpó al ritmo de sus pensamientos al respecto, quería volver a casa y dormir toda la tarde para luego jugar algo de videojuegos. La idea era tan tentadora que los ojos se le cerraban solos. Su cama era su lugar favorito, tan mullida y suave, era el amor más real que había conocido en su vida.

Por eso jadeó sorprendido cuando en vez de un hermoso descanso obtuvo a Baekhyun frente a su casa con un gran regalo, recién al verlo cata a cara se percató de que no había visto al chico en todo el día. Un día entero sin ver esa sonrisa rectangular tan linda y ni siquiera se había dado cuenta, sin duda tanto él como su corazón estaban sanando poco a poco. Añoraba el día en que ya no lo extrañara.

— ¿Baek? – Su uniforme ya estaba desprolijo porque estaba quitándoselo cuando fue interrumpido por el timbre, pero tampoco era la primera vez que Baekhyun lo veía desordenado y mal vestido, — ¿Qué haces aquí?

Baekhyun no perdió su sonrisa pese a que su tono no había sido especialmente amable, pero no iba a mentir, no estaba feliz de verlo, no estaba nada, nada feliz.

—Solo vengo a dejarle un regalo a mi novio. – Baekhyun exhibió una caja con papel de regalo azul y una gran cinta blanca encima ¿Le había comprado un regalo? ¿Ahora? Pero si habían terminado ya hace como una semana.

—Te equivocaste de casa, – Contestó sin perder la calma ni un poco, hasta se sorprendía de su propia expresión, ―aquí no vive tu novio, solo soy yo. – Se apuntó a sí mismo, Baekhyun no dudo en rodar los ojos con desaprobación.

—Deja de jugar, Chanyeol, te traje este regalo y quiero que lo usemos juntos hoy ¿puede ser? – Baekhyun utilizó esa mirada de cacharro a la cual sinceramente no podía negarse.

—Pasa. – Se hizo a un lado para que Baekhyun pasara de una vez antes de que se arrepintiera. El chico fue atrevido al preferir ir a su habitación en vez de la sala, pero ya estaba allí antes de que pudiera detener a Baekhyun.

― ¿Por qué tú habitación no tiene nuestras fotos? – Baekhyun apuntó a donde solían descansar los portarretratos con sus fotos del recuerdo además de algunos presentes que Baekhyun le había hecho.

― ¿En serio me estás preguntando eso? – Se dejó caer sobre la cama con una expresión serena.

―Sí. – Respondió Baekhyun sonriendo suavemente, apenas un mohín.

―No voy a responder a eso. – Fue su respuesta tajante, no iba a verse acorralado cuando Baekhyun sabía bien que había hecho.

―Bueno...mhhh – Baekhyun miró hacia otro lado hasta que pareció recordar su propósito ahí, ― ¡Oh sí! Abre tu regalo.

Baekhyun dejó en su regazo la caja, era bastante pesada y bien envuelta, le sorprendía que alguien se hubiera tomado el trabajo de envolverlo con el papel de regalo tan detalladamente, se sintió mal al desgarrar el papel sin ningún cuidado alentado por Baekhyun.

No pudo evitar la sonrisa en sus labios cuando vio exactamente lo que quería, la consola por la que debía ahorrar estaba justo fente a él, le sorprendia que Baekyun supiera que la quería. Su ex novio aprovecho ese momento de descuido y felicidad para robarle un beso aunque no le dio muchs vueltas al asunto, demasiado ensimismado en su regalo.

―Espero que te guste, imagine que te gustaría algo así porque eres jugar videojuegos, Jongdae dijo que esta era la más reciente así que espero no la tengas.

―Gracias, Baekhyun. – Su sonrisa de agradecimiento fue real, muy real.

― ¿Por qué no la estrenamos con una partida? Podemos jugar un y uno, empieza tú.

―Por supuesto.

📌

Con su nueva consola esperó muchas cosas, sobre todo horas y horas frente a la pantalla jugando sus videojuegos favoritos, pero el escenario fue algo diferente. De algún modo Baekhyun se adueñó de la consola la tarde mientras él lo observaba jugar en un rincón de su cama, Baek estaba muy enfrascado en eso, ni siquiera decía algo o se movía de esa posición en la estaba hace horas.

Más que un regalo para él parecía un auto regalo de Baekhyun, ya ni siquiera le parecía tan interesante y deseaba dormir, ya era tarde y no había podido dormir esa siesta reparadora con Baekhyun en la habitación, el chico podía tratar de abusar de él en su estado de inconciencia.

Ya cansado se levantó en dirección a la televisión para desenchufar todo de una buena vez.

―Hey ¿por qué hiciste eso? Estaba a punto de romper mi propio record. – Pataleó Baekhyun como un niño pequeño.

―Son más de las diez de la noche, Baekhyun, creo que es hora de que te vayas.

―No hay problema, puedo dormir aquí. – Baek comenzó a desvestirse, pero se lo impidió antes de que avanzara demasiado.

―Los ex novios no hacen eso, ve a casa, tu madre debe estar esperándote.

―Hablando de mamás ella quiere verte, dice que vayas a cenar mañana, que hará tu plato favorito.

― ¡Baekhyun!

    people are reading<Tirano |ChanBaek|>
      Close message
      Advertisement
      You may like
      You can access <East Tale> through any of the following apps you have installed
      5800Coins for Signup,580 Coins daily.
      Update the hottest novels in time! Subscribe to push to read! Accurate recommendation from massive library!
      2 Then Click【Add To Home Screen】
      1Click