《El Aventurero Maldito》Capítulo XXII -Volumen 1 Terminado-

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Una vez llegamos a la Zona C, pudimos ver que nadie estaba allí. ¡Perfecto!, realmente somos los primeros, ganamos la competición. Hemos perdido uno pero llegamos primeros al final.

—¡Somos los ganadores! Ahora solo queda esperar, me pregunto qué es lo que estará haciendo Lorien ahora mismo, ¿tal vez se esté dirigiendo aquí? —pregunté, pero no esperé respuesta.

Un silencio nos asaltó durante dos minutos enteros hasta que finalmente pudimos ver al grupo de Lorien llegando. Al grupo le faltaba uno de sus soldados de corto-alcance, eso significa que tengo dos puntos sobre él. Esos dos puntos vienen de llegar primero, ¿genial?

—¡Tú también has perdido a alguien! —¿me pregunto cómo habrá sido eso? Seguramente haya sido una muerte demasiado penosa, como decirlo… o sea, que no tuvo honor y que seguramente fue demasiado anti-dramática, ¿imagino eso? Sí, por ahora imaginare eso.

—Y tú has llegado primero, pero también has perdido a alguien. ¿Un lanza? ¿Qué tipo de perdida es esa? —me preguntó Lorien.

—Me dicen que murió a una emboscada. Deberías de haber visto la que nos hicieron en el lado izquierdo, fue increíble. Cuatro idiotas contra un grupo de nueve —le respondí.

—Y los derrotó a todos él solo, excepto yo que tiré el último tiro hacia uno que intentó escapar —añadió Kore, desinteresado pero intentando presumir.

—¿Cuántas bajas hubo de tu lado? —me preguntó Lorien.

—Las conté, veintiocho fueron las bajas totales —fue mi respuesta, treinta y uno fueron las bajas de Lorien, aparentemente estábamos bastante empatados en esto.

Delante de nosotros había una puerta gigantesca, esta puerta que pareció haber sido construida con mucho cuidado y que estaba adornada con bastantes detalles, joyas y otras cosas era la puerta que nos llevaría finalmente a donde Daimyou, el líder de La Banda de Daimyou estaría.

—¿Encontraste mi naginata? —le pregunté a Lorien, no logré encontrarla en ninguno de los dos salones que visitamos, tenía esperanza de que posiblemente Lorien haya sido el que la avistó pero mi preocupación empezó a crecer cuando su respuesta fue tan simple como “no.”

Incluso así, no podía permitirme demostrar debilidad, no es como si la fuéramos a encontrar tan fácilmente de todas formas. Pensando esto finalmente confirmé que estaba preparado, Lorien siguió el procedimiento planeado. Nuestros arqueros estaban preparados para disparar en el caso de ver algo. Dos lanzas empezaron a empujar la puerta con sus escudos para estar preparados para todo.

Al abrir la puerta, como si destruyendo nuestras expectativas debido a que el grupo infiltrado en la base nunca logró entrar a la Zona C, pudimos ver un gran salón casi como si fuera el de un rey. Y es que al final de este salón había un trono y en él estaba sentado un hombre robusto y que parecía tener su edad. Un veterano con una gran barba que seguramente era afeitada cada una década.

La distancia entre la puerta gigantesca que acabábamos de abrir y el trono seguramente era de por lo menos cien metros. Una distancia considerable, el salón era demasiado diferente a lo que estábamos viendo recientemente. Ahora esto sí que parecía algo rediseñado por completo, las paredes estaban construidas para que no pareciera un montón de piedras, a diferencia de la “mina abandonada” que estábamos viendo antes.

El hombre se levantó de su silla, digo esto pero está claro quién es él, esta persona no puede ser nadie más que el que está detrás de La Banda de Daimyou, Daimyou mismo.

—Oye, Yan. ¿No es esa una naginata lo que lleva? —me avisó Kore mientras volvía a la línea de combate ya que se dio cuenta que solo Daimyou estaba dentro de esta sala.

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Es cierto, es una naginata. No, es mi naginata encantada, la que uso para purificar maldiciones. Vaya, ¿podría ser que le haya tomado cari– un momento.

—¿Estás agarrando mi arma con tus mugrientas manos? —mi furia estaba rozando lo incomprensible ya—, lo aceptaría si estuviera puesta en un mural para que fuera apreciada, pero no lo soporto si es de esta forma —y entonces murmuré—. Matémosle, no dejen ni siquiera una pizca de su cuerpo restante.

—Fiuuuh, que miedo —dijo entre-dientes Kore.

Empecé a acercarme poco a poco a Daimyou que también caminaba hacia nosotros, era solo uno así que ordené a los arqueros que no hicieran nada aún. ¿Me pregunto qué palabras tiene para disculparse ante mí?

—Tú —apunté a Daimyou con mi ballesta-pistola—. ¿Tienes idea de lo que acabas de hacer? ¿Acaso te das cuenta de cuánto aprecio a esa arma como para que tú vayas y la tomes de esa forma, con tus manos polvorientas y sucias? No tengo mucha paciencia y tampoco soy tan misericordioso, pero aun así puedo perdonarte si te entregas ahora y me das mi arma de una vez por todas —le amenacé.

Un silencio de treinta segundos pasó y entonces empecé a caminar hacia él, poco a poco, ignorando cualquier grito que viniera detrás de mí. Ninguno provenía de Lorien que era el comandante por lo cual no me interesaba, pero repentinamente…

—Y–Yo —una voz muy grave, pero que parecía emanar dolor empezó a salir de Daimyou. ¿Qué es esto?—. N–No, no puedo —soltó mi naginata y esta cayó al piso. ¡Cómo osa hacer eso, trátala bien por lo menos! Eso dicho, ¿qué es esto?—. P–Perdón —lágrimas empezaron a salir de Daimyou—, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón.

—¿P–Perdón? ¿Por qué? ¿No eres nuestro enemigo?, ¿por qué nos estás pidiendo perdón? —le pregunté, confuso.

—No era mi intención. No quería hacer nada de esto, yo —y finalmente, la calma se rompió—. ¡G–Guah! —gemidos proviniendo de su boca acompañaron al gran espectáculo que estaba sucediendo delante de nosotros.

Daimyou propiamente dicho estaba gimiendo de dolor debido a algo, o alguien que estaba causando que mu–¿tara? Esto no puede ser, claro, ¿de qué otra forma podría haber reunido a tantos bandidos sin que siquiera pensaran en traicionarlo alguna vez? Si lo pensamos, Daimyou ciertamente luce como el jefe de bandidos tradicional, pero no importa qué, si tienes un grupo de sesenta personas seguramente haya algunos que te odien, ¿no?

Exacto, Daimyou no era el que operaba el cuerpo de Daimyou en realidad, Daimyou es como la maldición que está afectando a su huésped se llama, y en realidad esto también hace que lo que acabo de decir sea incorrecto. Daimyou sí que está operando el cuerpo del huésped. Pero esto no puede lograrse mediante una sola maldición, no.

—La maldición Daimyou impone mediante su actitud y su habilidad, pero hay otra maldición que está preparada para cuando todo se vaya por el traste, ¿no es así? —le pregunté a la maldición delante de mí. Puedo comunicarme con maldiciones, mi tropa, a excepción de Lorien, no entendían a lo que me refería.

—Muy inteligente —pude oír su voz, la voz de la maldición Daimyou—. Exacto, tanto yo como mi compañero estamos controlando a nuestro huésped. Este huésped es tan fácil de controlar, tiene una mente tan débil y no cumple nuestras obligaciones, ¿qué más beneficioso para nosotros puede ser esto? De todas formas, ya he completado lo que quería, así que desapareceré junto a mi amigo aquí —y finalmente dejé de oír la voz que claramente me dejo con la duda de si ese era el deseo de ambas maldiciones, el que finalmente dejaran de ordenar a su huésped.

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Eso significa que desde que vivían estuvieron deseando que este huésped fuera posesionado por ellos, ¿podría ser? No lo he visto muchas veces, es más, en realidad esta es la primera vez que lo veo planeado de esta forma, pero estas son las muertes por maldición planeadas. Una persona puede querer convertirse en una maldición y planear su deseo, luego de diferentes formas que no conozco pueden convertirse en una maldición y si tienen a alguien cerca que les explique cuáles eran sus motivos entonces la maldición ahora podrá también saber cuándo será hora para su muerte. De esta forma también se puede planear cuál será tu castigo al ser maldición.

Claro que el requisito para ser una maldición es haber tenido una muerte trágica, por lo cual está fuera de mi alcance el saber cómo es que estas personas hayan logrado esto.

Y entonces saqué todas estas ideas de mi cabeza y me concentré de vuelta en lo que estaba frente a nosotros, un caballero gigantesco vestido de armadura negra, en su casco tenía dos aperturas de las cuales ojos completamente rojos se podían ver. El caballero que también usaba mi nagina– un momento.

—¡MI NAGINATAAAAAA —grité al ver como mi arma preciada había crecido al punto de ya no ser sostenible para mí. No puede ser, ¡ha sido destrozada por completo!—. Tú… ¡cómo osas hacer eso…! ¿¡Acaso quieres morir después de todo!? ¡No solo tratas mi preciada como una mierda, sino que ahora la alargas al punto de que ya casi es irreconocible!

—E–El sub-comandante da miedo —dijo Zed mientras miraba la escena delante de nosotros.

Preparé mi espada para lo que se venía, ya mi rabia estaba pasando el borde de lo comprensible para mis propios soldados, ya no soy el Yan que todos conocen, aunque mi cambio de personalidad desde que entre al mundo alternativo fue drástico, pero ahora será incluso peor.

—Hijo de… no saldrás vivo de esta. Lorien, prepara las posiciones mientras lo contengo. Les daré cuanto tiempo necesiten, espero que una vez que lo derrote mi preciada vuelva a su forma normal —le ordené aun cuando yo era el sub-comandante y luego empecé a murmurar para mí mismo—. Te matare, te matare, te matare, te matare, mi preciada, al diablo con todo.

Mientras Lorien finalmente estaba empezando a ordenar las tropas de forma que el ataque fuera estable, yo empecé a correr hacia el caballero que media cerca de cuatro metros y medio. Una espada contra una naginata, tengo desventaja de alcance en este caso además de que su arma es mucho más larga de lo que antes era, pero la naginata es un arma defensiva por lo cual no puede tomar muchos riesgos.

Su armadura tiene huecos al igual que la armadura de cualquier soldado, uno de los huecos más fáciles de ver es el que tiene en su cadera, y es uno que puedo alcanzar si salto lo suficiente. Es posible que no suceda, pero no pierdo nada con intentarlo.

—¡Ah…! —pude ver como la hoja estaba bajando a la posición en la que yo estaba, esquivándola pude ver para atrás como el suelo en el que el arma pegó estaba completamente destrozado—. Sería mejor que no dejara que siquiera me tocara si quiero salir vivo —sin duda alguna.

Finalmente habiéndome acercado lo suficiente como para hacer que el enemigo se confunda debido a su gran altura, aproveché este momento para hacer un movimiento que desde lejos parecería tonto.

—¿¡Pero qué hace…!? —pude oír los gritos de algunos de los lanzas de Lorien que no me han visto en combate antes, eso dicho, mis soldados y Lorien parecían estar un poco acostumbrados a este tipo de actitud de parte mía.

Y es justamente una cosa alocada lo que hacía, me sostuve a su cadera, la apertura entre una parte de la armadura y la otra. Seguramente el pobre caballero haya estado pensando “¿Cómo se supone que asesinare a esta cucaracha?” ¡A mí no me asesinas, idiota!

Enterré mi espada entre la apertura y pude ver entonces cómo el caballero oscuro se caía de rodillas, me baje y entonces me posicioné detrás de su espalda. Escalando por atrás esta vez quise dar un golpe en falso para ver cuán dura es su armadura.

*clank*

—Justo como pensé, mi espada por sí sola no podrá atravesar esto. ¡Woah! —el caballero empezó a sacudirse y me vi derribado debido a esto, me alejé lo suficiente del área y entonces sacudí mis manos para que los arqueros distrajeran al enemigo.

Las flechas empezaron a pegar a diferentes partes del cuerpo pero estaban rebotando, la armadura podía resistir estas cosas sin problema alguno y el caballero oscuro ni siquiera se preocupaba por ellos.

«¡Diablos, necesito algo más. ¿Qué puede ayudarme? ¡En realidad, qué hace Lorien allí, qué venga de una vez para aquí!» —pensé mientras pedía más ayuda mientas sacudía mis manos en la distancia.

Pero nadie se acercó. Claro, yo fui el idiota que se acercó a este caballero oscuro que puede destrozar el suelo, si los lanzas se acercan verán sus propios cuerpos junto al escudo aplastados, si los de corto-alcance se acercan no tendrán ninguna oportunidad a menos que tengan mis habilidades al evadir y mi velocidad.

Mientras pensaba esto, Lorien empezó a correr a mi dirección. Un golpe se dirigía a mí, lo evadí a la derecha ya que era uno vertical, justo como antes el suelo quedó destrozado ante este golpe. Está claro que un solo toque de eso podría arrancarnos un miembro.

No puedo usar bloqueos ni deslices ni contra-ataques, la fuerza bruta de este enemigo es increíble, eso no serviría. No puedo desarmarlo, eso está fuera de la realidad posible, tan solo hay que ver su fuerza y qué tan grande es para darse cuenta de eso. ¡Tengo que derrotarlo poco a poco hasta que caiga!

Teniendo eso en cuenta empecé a rodear el caballero mientras en el lado contrario Lorien estaba siguiendo mis movimientos, confundiéndolo y no sabiendo a donde atacar intentamos la táctica de la cucaracha de vuelta.

—¡Alehop! *plop* —y de vuelta estaba en la misma zona de antes. Enterré mi espada en su cadera y un chorro de sangre salió desde allí. Lorien hizo lo mismo, así que empecé a enterrarla una y otra vez ya que había bastante espacio para cortar. Sentía como su fuerza se estaba debilitando y pronto se caería.

Era realmente extraño verme sosteniéndome de su armadura únicamente con una parte de mi brazo derecho, que era lo que quedaba y mis piernas, parecía como si le estuviera abrazando.

—¡Muere, muere, muere, muere! —empecé a gritar para darle más emoción al momento que de todas formas era una situación de bastante distensión en comparación a batallas anteriores. Luego de varias estocadas finalmente el caballero volvió a caer, pero esta vez no pudo soportar su propio peso y cayó de pleno en vez de sostenerse con sus rodillas.

Tanto yo como Lorien sabíamos a donde dirigirnos. Nos subimos a su espalda y rápidamente corrimos a la zona en donde la apertura entre el casco y la armadura estaba. Si lográbamos enterrar nuestras espadas lo suficiente seguramente moriría.

Aun así, el caballero empezó a levantarse y Lorien se cayó de su armadura, yo seguía agarrado con mi brazo izquierdo a duras penas debido a que era donde tenía mi espada también. De vuelta en sus pies, el caballero empezó a sacudirse pero intenté mantener mi fuerza lo más que pude.

—¡No puedo darme por vencido ahora! ¡Sube, sube! —mientras me gritaba a mí mismo para convencerme de lo que debía de hacer, intenté subir y finalmente logré llegar a uno de sus hombros. El caballero intentó soltar la naginata y tocarse el hombro para quitarme.

«Más rápido, más fuerte. ¡No puedo parar aquí, debo de cumplir esto de una vez por todas! ¡DEBO DE HACERLO!» —mis pensamientos hicieron claro mi objetivo, y una vez que me acomodé en el hombro, viendo como su brazo se dirigía a mí, enterré mi espada en la apertura entre su casco y su pechera. Su cuello. Un chorro de sangre salió de allí.

Donde antes sus ojos estaban brillando de rojo, ahora ya el color había desaparecido y de esta forma el caballero se cayó de pleno mientras salté de su hombro hacia el suelo. Debido a la altura del caballero mis piernas empezaron a dolerme luego del salto, pero no era demasiado.

Más que eso, lo había logrado. Lorien se había caído de su espalda, en ese momento automáticamente pensé que yo también lo haría, pero seguí sosteniéndome a duras penas y pude subir a su hombro para finalmente enterrar mi espada en su cuello, asesinando al caballero oscuro de esa misma forma.

Aun así, un presentimiento pasó por mi mente.

«Aún no ha terminado» —fue algo tan repentino que no le presté atención, pero me preocupó un poco. Una transformación de parte de una maldición no necesariamente es muy difícil de vencer, en este caso fue difícil debido a su armadura y su gran fuerza. Pero, ¿no es demasiado fácil? Ignorando todo esto giré mi mirada hacia donde el caballero ahora estaba.

Me dirigí a él y entonces un gran ruido resonó en el salón, mi pie había alcanzado su casco, seguí pateándolo, en parte era para ver si no me había quebrado ningún hueso al haber saltado, pero también me sentía demasiado frustrado debido a este pedazo de armadura.

—Existían dos maldiciones que te controlaban, el deseo de esas maldiciones era este mismo momento. Daimyou te controlaba mentalmente, no sé cuál sea la obligación de la misma, y luego estaba esta otra maldición. ¿Sería posible que cuando Daimyou dejara de controlarte, la otra maldición activaría su castigo y te convertiría en esto? —me empecé a preguntar en voz alta—. El castigo y el deseo de las maldiciones pueden ser muy difíciles de comprender a veces, especialmente cuando las maldiciones son lo suficientemente inteligentes como para tomar provecho de esto, de forma que no importa que, la persona en sí siempre será castigada.

Giré mi mirada para ver mi naginata y dónde había caído. Justo cómo pensé, mi arma solo cambió su forma debido al efecto de la maldición, ya que ahora estaba en su tamaño original como siempre. Se siente refrescante saber que finalmente la he recuperado.

—Yan, buen trabajo —me dijo Lorien, detrás de él se encontraba mi escuadrón antes que el suyo. Aparentemente cada uno de ellos tenía algo que decirme, pero antes de eso.

Tiré la espada que cargaba en mi brazo izquierdo y agarré mi naginata. No era pesada pero no podría cargarla con solo un brazo después de todo, mi estilo usaba dos brazos, así que eso significa que tampoco la podré usar de vuelta en combate hasta cambiar mi estilo. Un sentimiento de tristeza empezó a consumirme pero pronto lo limpié, a decir verdad, la espada no se sentía tan mal.

—Pero creo que un sable me quedaría mejor que una espada —me reí entonces, había un cierto estilo hecho exclusivamente para armas de palo como la naginata, la alabarda y otras que se concentraba en el uso ofensivo de la misma. Según recuerdo, la persona que hacía esto solo usaba un brazo.

—¿Así que quieres un sable? Tu ayuda fue suficiente, lo ordenaré inmediatamente —me respondió Lorien.

—Entendido, te preguntaré luego por los materiales, lo recibiré como el pago extra por todo el trabajo que hice. Mira mi brazo, mira como intento atacar con esta arma y no puedo —di un golpe que antes hacía fácilmente, casi me caigo debido al desbalance que tenía—. Por lo menos un arma gratis no debería de dolerme tanto —volviendo a mis soldados.

—Asombrosos movimientos, no pensé que mucha gente estuviera cercana al nivel del maestro Lorien ¿Dónde has aprendido?, no recuerdo que fueras tan fuerte cuando te enfrentaste con Lorien por primera vez, ¿podría ser el entrenamiento en los barrios bajos? —preguntó Conrad.

—¡Buena esa, jefe! —me gritó Imi. Un comentario bastante simple, hah.

—Si tan solo no hubiera estado equipado con armadura… —empezó a lamentarse Kore, pero lo entiendo, en realidad el enemigo hubiera sido bastante fácil en caso de no haber estado armado. Kore tiene una precisión sin igual y una flecha a los ojos o a la boca mientras la abre hubiera sido muy fácil para él.

—¡Tú, yo, de noche, comiendo y bebiendo! ¿Qué te parece? —me sugirió Serren. Aunque me parece que tendré que rechazar.

—Espléndido trabajo, debo decir —me congratuló Zed. ¿O debería decir que no me esperé un comentario sin tartamudeo de tu parte?

Una sonrisa se formó en mi rostro, una sonrisa que no había hecho desde hace algunos días. Últimamente se estaba volviendo normal para mí, ¿será porque he cambiado un poco también? Bueno, un poco es demasiado lejos de la realidad, me alegro que ninguno de los reclutas me conociera lo suficiente como para darse cuenta del cambio.

Ninguno de mis reclutas se dio cuenta de esto, Lorien o Ieyasu tampoco.

—¡Woah, en serio ese mundo alternativo sirvió de cierta forma, ¿no?! Aun así, realmente luciste como un idiota, amo —indicó Rosie.

—Y ahora parece que el amo va a sentir incluso más hambre que antes —indicó de vuelta Bosch.

—Tampoco es como si se hubiera podido esperar menos. En ese caso, hubiera tomado control completo de su brazo izquierdo por días para que recibiera su lección, eso es en caso de no haber muerto —eso da bastante miedo Sharur. Repentinamente me siento agradecido por tener la suerte suficiente como para haberme quedado en su espalda en vez de haberme caído.

Bueno, claramente este viaje fue en cierta parte un problema y he perdido cosas que no podré recuperar nunca más, pero también creo que he mejorado en ciertos aspectos y eso jamás se irá de mí tampoc–o

—¡Yan! —pude oír una voz llamándome a la distancia, y lo próximo que supe es que me estaba cayendo y los sonidos que antes escuchaba empezaban a no escucharse por completo. Sé lo que significa este sentimiento, así que es así.

Al final sigo sin aprender lo más importante, ten cuidado de tus alrededores y hazle caso a tus instintos.

Notas:

Hola cliffhanger. Desde ahora en adelante me concentraré en la traducción del volumen 1.

Hello cliffhanger. From now on I'll be focused on translating volume 1 for you english guys :D

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