《[Spanish] La Llave del Destino》Capítulo 15.2 - Un visitante inesperado

Advertisement

Lo que sus ojos u oídos captaban no siempre era la realidad. La magia distorsionaba su entendimiento, aunque la certeza de por qué el Erosionador atacó ahora no estuviera muy alejada de lo que pensaron en un principio. Las apariencias engañan. Esas palabras las había escuchado más de una vez y en los últimos días entendió mejor que nunca su significado. Incluso cuando Ailfryd prefería “Atacar primero y preguntar después”, Finnian tenía la certeza que no era tan simple. Tampoco es que fueran a esperar a recibir el primer golpe, pero si aquel día le enseñó algo es que debía de adaptarse y estar atento a las señales. El trío de trolls le recordó que no podía dar nada por sentado, incluso con unas malas impresiones, mientras que la copia del Erosionador era una señal constante de que no podría evitar los problemas.

Su regreso al Galya fue rápido y cargado de miradas observándoles. Los centinelas y guerreros se encontraban listos para actuar si la situación lo hubiera necesitado, aunque no fue el caso. Después de que Olivia, Elvis y Spike hablaran con Ailfryd, que llegaran al poco tiempo Theri y su grupo lo corroboraron, junto a lo que no tardaron explicar sobre quién huían.

Lejos de permanecer en la zona exterior, pronto fueron conducidos hacia la intermedia, justo donde se encontraban los alojamientos temporales. Eran utilizados para tiempos como aquel en los que nuevos elthean podrían llegar buscando protección y quizás necesitaran espacio extra. Entre lo grandes que eran los trolls, y enérgicos de los alasdair, cierta intimidad nunca les vendría mal.

Antes de que pudieran sentarse a hablar, el reencuentro con los Pequeños Guerreros fue lo que hubiera sido en circunstancias normales. Sin timidez ni aguardar un segundo, Finnian se agachó para abrazar a Theri en cuanto tuvieron un instante.

—Cómo me alegra veros enteros y a salvo —dijo Finnian, incapaz de pronunciar más palabras, presa de la emoción.

—Y nosotros ver que estáis a salvo —dijo Theri, devolviéndole el gesto con más fuerza que la suya propia.

Perdieron a unos cuantos compañeros en Alta Espada, aunque las bajas se detuvieron después de que ellos salieron volando. Resultaba evidente en quién había puesto su interés, y por una vez era reconfortante comprobar no acabaron descuartizados por querer ayudarle. Fee y Kay también tuvieron un instante así con Aer y Rune, conscientes de lo que habían tenido que superar desde que se separaron. Por breve que hubiera sido su tiempo, fueron de las primeras caras amigas que encontró en Elthea. A saber lo que habría pasado de no recibir su ayuda.

Advertisement

Theri y los suyos continuaron con su plan inicial: sortear el Bosque de Ellery y dirigirse hacia el Galya, con la esperanza de que hubieran llegado. La arboleda, para su sorpresa, había dejado de ser una trampa mortal para cualquiera que estuviera cerca, poco después encontrándose con los trolls.

—Sabíamos que Calamidad no andaba lejos, pero ignorábamos de que alguien llamado así apareciera de la nada —admitió Olivia.

—Empezó a atacarnos sin más y luego se esfumó —explicó Spike.

—¡Ni que le hubiéramos enfadado! —dijo Elvis, pasándose una mano por su peinado.

Encajaba la historia según lo contaban. Al poco de que liberaran el bosque se encontraron con Ariel, y a las horas tuvieron su encuentro con el Erosionador. Quizás utilizara el truco de la réplica para evitarlo y centrarse en lo que le interesaba, acercándose demasiado a unos trolls que ignoraban de dónde había salido. Tras ello, Theri y los suyos les salvaron, trazando una alianza muy singular con la esperanza de encontrar refugio allí.

—Barajamos la posibilidad de ir a Valifall, pero las puertas de la ciudad estaban cerradas y no permitían visitantes —dijo Theri.

Todo porque no querían inmiscuirse en problemas. Estuvo a punto de añadir que solo los escudos más potentes podrían detener al Erosionador, pero no ayudaría nada en aquella conversación. Así pues, tras percibir el caos causado cerca del Río Esendi gracias a la magia de los trolls, continuaron su camino hasta que llegaron allí. Aquella copia les dio un buen susto, y dado que sus tres amigos podían moverse con la tierra a mayor velocidad que si iban con ellos, les pidieron que se adelantaran y buscaran ayuda.

—Así que os habéis hecho amigos de unos cuantos trolls, ¿no? —dijo Finnian con una sonrisa.

—Tú de una dragona y un enano volador. ¿Es que no te bastaban Aer y Rune como compañeros? —dijo Theri—. Como Signo eres único.

—Lo intuías desde que nos conocimos. ¿Me equivoco? —dijo Finnian.

—¿Cuándo aparecen un Signo y dos elthean en el mismo sitio y a la vez? —dijo Theri, soltando una carcajada.

Sonaba al inicio de un mal chiste, pero no quiso continuar más allá. Demasiadas cosas nuevas habían pasado como para ponerse al día de golpe. Varios elthean del Galya les ayudaron a recuperarse, curando a los heridos y hasta preparando la cena. Momento en el que le pidieron que hiciera algo que ni Finnian vio venir.

—Mmm… ¿Grandullones? —dijo Finnian al acercarse a los trolls—. ¿Cómo debería de llamaros?

—¿Eso importa? A mí me llamaste Elvis. ¿Eso se come?

—Sí que importa —dijo Finnian—. Sé que empezamos con mal pie, pero podemos remediarlo.

Advertisement

—Hiciste bien. Elthea es cada vez más peligrosa —dijo la troll—. Yo soy Embar. Ellos son Kuel, el del tupé, y Onyx, el de los pinchos en la cabeza.

—Los demás me han pedido que os pregunte qué querríais cenar.

—Tampoco es que tengáis mucha variedad aquí. ¿Me equivoco? —dijo Kuel.

—Ni intentes asustarlo. Por todos los que le protegen —dijo Embar, refiriéndose a los elthean que no dejaban de observarles en la distancia— no sería una buena idea.

—No os pasará nada. En tiempo de crisis debemos permanecer unidos —dijo Finnian, pronunciando una ligera sonrisa—. Además, ayudasteis a Theri y los demás.

—Solo saldábamos una deuda —dijo Embar.

—Pero pudisteis marcharos y no lo hicisteis.

Los actos eran casi tan importantes como las palabras, y ellos habían cumplido. Puede que no fueran muy habladores, o no en un principio, pero se integraron mejor de lo esperado. La curiosidad de los más jóvenes ante el tamaño de aquellos elthean solo era equiparable al miedo que les producían, aunque no en Katsumi y Meir. El dúo tan activo primero les observaba a lo lejos y al rato terminaron trepando por encima de los brazos de Kuel y Onyx, riéndose a más no poder.

—Lo de esa réplica —dijo Ailfryd, apareciendo a su lado—, no creo que el original esté demasiado lejos.

—Estará esperando a que nos marchemos —señaló Aer.

Aunque no habían puesto fecha, eran conscientes que en algún momento tendrían que proseguir su viaje. Debido a las acciones de su perseguidor, suponían que tarde o temprano volvería a hacer algo similar con tal de guiarlos a un sitio vulnerable. Por el momento no tenían respuestas, aunque deberían de buscarlas a partir de ahora con más frecuencia. Al fin y al cabo, el grupo que se había reunido reían y cenaban en la terraza, haciendo que su experiencia de aquella tarde resultara un tanto secundaria. Habría sido una noche perfecta incluso para descansar de no ser por algo que lo cambió todo.

Los elthean dejaron de hablar, las risas y las charlas cesaron, centrándose en una presencia que percibían. No era paranoia ni tampoco cansancio, no cuando todos coincidían en lo mismo. La llama de la hoguera cambió de naranja a azul-púrpura y el tiempo comenzó a fluir con mayor lentitud. Los presentes fueron conscientes de ello, justo cuando surgió de entre el fuego la figura de una mujer joven. Con un sombrero de punta azul claro, una corta melena castaña y ojos del mismo tono, su ropa (o más bien túnica) a juego con el sombrero parecía ser algo más que un adorno. En una de sus manos sujetaba un bastón blanco que resplandecía por la magia que había iniciado. ¡Se trataba de la bruja de Ellery!

Con la respiración entrecortada, su primer instinto fue retroceder. Entonces, algo más que un escudo espectral apareció delante de él, logrando bloquear su paso y romper el hechizo. Una parte de su interior luchó por hacerla frente, aunque ignoraba de qué se trataba, pues consiguió que ella perdiera la compostura. Aquella elthean era distinta a los presentes en aspecto y poder.

—No eres la misma elthean contra la que nos enfrentamos —dijo Finnian—. ¿Por qué este alarde de magia?

—Quería evitar una confrontación, aunque no me extraña que reaccionarais así.

Sus compañeros actuaron en cuanto se liberaron, poniéndose frente a él sin aguardar ni un segundo más. El resto de los presentes también estaban alerta, sobre todo por una nueva invitada inesperada a aquella reunión.

—Tuviste que considerar que dentro de una dorean, tu magia no tendría el mismo efecto —dijo Ailfryd—. Sabía que no era ofensiva, por eso esperaba a ver qué pretendías.

Lelile, la Centinela del Bosque de Ellery. ¿Cómo no iba a olvidarla? La misma que dominó aquel lugar y convirtió a sus habitantes en simples marionetas bajo su magia y control. Ni siquiera la llave, bien oculta entre su ropa, reaccionó a su presencia, ni tampoco ella debió de percibirla. Tras derrotarla supusieron que habría perecido, consumida por el poder del artefacto que tanto ansiaba recuperar.

Sin embargo, ahora era diferente, distinta a la que intentó destruirles, y aunque el trío de trolls trató de encararse contra ella, siendo detenidos por Theri, la situación no dejaba de ser inusual.

—¿Por eso has aparecido de esa manera, en lugar de ir por cualquier puerta? —añadió Aer, sin cortarse ni una pizca.

—¿Por qué estás aquí? —dijo Finnian, levantando la mano para indicarles que no intercedieran.

—Hay algo que necesitas averiguar, y ambos sabemos de qué se trata —dijo Lelile.

No es que quisiera tenerla en su poder una vez más, pero sí había acudido hasta el Galya para contarle a su portador lo que sabía de ella. Al fin y al cabo, resultaría una pieza fundamental en la crisis que ahora mismo se extendía por Elthea. Quizás su cena habría sido interrumpida, pero aquel domingo terminaría la semana de forma memorable, de eso no tenía ni la menor duda.

    people are reading<[Spanish] La Llave del Destino>
      Close message
      Advertisement
      You may like
      You can access <East Tale> through any of the following apps you have installed
      5800Coins for Signup,580 Coins daily.
      Update the hottest novels in time! Subscribe to push to read! Accurate recommendation from massive library!
      2 Then Click【Add To Home Screen】
      1Click