《Guerra Moderna en un Mundo de Fantasía》Capitulo 25

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Los fuertes vientos soplaban ferozmente, cuando el cielo estaba nublado, casi como si lloviera en cualquier momento. El VH-60N Hawk junto con sus escoltas, dos AH-64D Apache. Los tres helicópteros vuelan en formación para acelerar su viaje, solo para que puedan llegar a la base Olenburg.

-Es increíble que este dentro de un dragón de hierro. Pero no entiendo como una caja de metal pueda volar... ¿pasa algo?

Yelina nota que Matias estaba sumido en sus pensamientos.

-El clima parece ser terrible.

Matias echo un vistazo por la ventana del helicóptero.

Matias casualmente miro hacia la superficie.

-¡Allí, algo se esta moviendo!

Al cruzar algo que se movía en medio del bosque, la respiración de Matias se congelo.

-¡¡Acciones evasivas!!

-¿Que?

-¡Aah!

A pesar del repentino grito de Matias, los pilotos del Hawk reaccionaron rápidamente, al igual que se les enseño a usar todas sus fuerzas para alienarse con la palanca de control y pisar con fuerza los pedales del control.

Debido a eso, el helicóptero salto como un caballo arrasador, sacudiéndolo a lo grande.

Inmediatamente después en masa, las flechas cruzaron el espacio donde el helicóptero de Matias voló un momento antes.

-¡¡Nos están atacando!!

Matias miro y fulmino con la mirada al enemigo, mientras el helicóptero se sacudía enormemente desde el inesperado giro a la derecha.

-¿De donde vinieron esos grifos?

La verdadera forma de los atacantes de Matias eran innumerables jinetes de grifos.

Instantáneamente, varios grifos se elevaron a los cielos por encima de su objetivo, el helicóptero de Matias, ocultándose en medio del bosque, lanzaron flechas al unisono y después de que su ataque sorpresa fallo, inmediatamente volaron al cielo.

-¡Sede central, este es Halcón 1! ¡¡Hemos recibido un ataque sorpresa por enemigos desconocidos, cambio!!

-...

-¿Sede central? ¡Responda, cambio!

-...

-¡No hay respuesta!

-¡¡Mierda!! ¡En un momento como este!

Los pilotos del helicóptero de combate intentaron ponerse en contacto con la base Ason, pero no pudieron atravesar la interferencia de radio.

Renunciando a solicitar refuerzos, los escoltas trataron de proteger al helicóptero de Matias, ya que recibió un intenso ataque de los grifos que emergían del bosque.

Los Apache dispararon sus cañones automáticos y misiles antiaéreos matando algunos grifos, pero la cantidad de fuerzas enemigas los supero en numero.

Y durante ese tiempo, debido a su juicio, Matias evito por poco el primer ataque, sin embargo, un grifo tras otro concentraron sus ataques hacia el helicóptero de Matias haciendo que fuera difícil de evadir, antes de finalmente golpearlo en la cola del helicóptero donde se encuentra el rotor. En ese momento, una lanza golpeo el rotor y se destrozo.

-¿Que? ¡El helicóptero presidencial ha sido alcanzado!

-¡¡El presidente esta a bordo de ese helicóptero!!

Inmediatamente después del golpe de lanza al helicóptero de Matias, los pilotos de escolta gritaron mientras sus helicópteros volaban.

-¡¡Mayday, mayday!! ¡Este es el Halcón Presidencial! ¡Nuestro rotor de cola ha sido golpeado por una emboscada enemiga! ¡¡Vamos a bajar!! ¡Este es el Halcón Presidencial, hemos sido golpeados! ¡¡Vamos a bajar!!

El rotor de la cola arrojo humo negro cuando el helicóptero presidencial giro salvajemente en espiral mientras caía hacia la superficie. Dentro de la aeronave, la alarma ensordecedora sonó cuando los dos pilotos intentaron desesperadamente estabilizar el helicóptero, mirando a su tablero de instrumentos, se aferraron a los palos de control mientras gritaban.

-¡Prepárense para el impacto!

Aferrándose a que su aeronave fue asaltada por severas fuerzas G, Drina grito mientras Matias vigilaba mientras se acercaban rápidamente al suelo.

Cayendo hacia un abismo negro, incapaz de ver el fondo del valle.

Dentro de la profunda grieta, chocaron contra las escarpadas paredes del acantilado, rebotando a lo largo de sus costados, la cabina giro muchas veces, subiendo y bajando, subiendo y bajando hacia el fondo del valle. Hacia el final, dentro de la cabina, Matias comienza a perder el conocimiento justo cuando sale disparado por la ventana.

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* * *

-¡El helicóptero presidencial ha caído! ¡Se ha estrellado!

A pesar de que el helicóptero presidencial fue derribado, el capitán del Apache 1 grito, esquivando los ataques de los grifos.

La vida del hombre a quien se suponía que debían proteger, justo ante sus propios ojos, su helicóptero había caído. Las voces de los helicópteros hicieron eco, su rabia aumento mientras sus gritos se transmitían a través de sus radios.

-¡¡Mierda!! ¡Todas las unidades se separan de este espacio aéreo inmediatamente!

En ese lugar, el capitán del Apache 1 era el siguiente oficial de alto rango en la linea de sucesión, tomando la decisión pesada que dio la orden de evacuar, su expresión estaba llena de amargura, mientras el piloto del Apache 2 replica con insultos.

-¡¿Retirada!? ¡¡No abandonare al presidente!!

-¡¿Que mierda decís?! ¡¿Acaso quieres abandonar al presidente y huir?!

De las ordenes dadas por el capitán, el piloto y el copiloto del Apache 2 se opusieron.

-¡Cállense!

El rugido del capitán hace que los pilotos se traguen el aliento.

-¡¡Mira nuestra situación!! Incluso si nos quedáramos aquí, no haríamos ninguna diferencia, solo ejerceríamos presión sobre el enemigo y seriamos destruidos.

Inmediatamente después de las palabras del capitán, los grifos que derribaron al helicóptero presidencial cambiaron sus objetivos sobre los Apaches.

Además, en relación con el juicio preciso del capitán, entre la conversación de los pilotos, cada helicóptero se defendió todo lo que pudo, pero a medida que los grifos los rodeaban como moscas, los pilotos volaban frenéticamente, moviéndose como si fuera un ejercicio de evasión.

-¡De acuerdo, todas las unidades se retiran inmediatamente!

El capitán voló desesperadamente hacia la base Olenburg pidiendo repetidas veces rescate, con un indescriptible sentimiento de impotencia e irritación, frustrado de que solo pudieran escapar.

* * *

Dentro del despacho Oval, Cecilia y Gonsal conversan sobre futuras oportunidades de colaboración entre el Bosque de Alfheim y Paxbelli.

-¿Hmm? ¿Que es esta extraña sensación indescriptible en mi pecho...?

-¿Ocurre algo?

En medio de la discusión, Gonsal noto que Cecilia de repente miraba hacia la ventana, lo que la llevo a cuestionar a Cecilia.

-... no es nada, continuemos nuestra conversación. Es nuestro deseo de fortalecer el Gran Bosque de Alfheim, reforzando nuestras propias fuerzas actualmente allí, ¿seria eso un problema?

Cecilia experimento severas molestias en sus entrañas, sintiendo que su pecho se contraía, como si fuera un presagio desastroso.

Aunque estaba experimentando un sentimiento inexpresable, Cecilia volvió a su estado habitual.

-Oh, eso es correcto... sra. Vicepresidenta, ya esta al tanto de la situación actual de nuestra tribu.

-... cierto.

-Nuestro ejercito ha caído en un estado paralizante, pero pudimos reorganizar nuestras fuerzas gracias a su ayuda, mas de la mitad de nuestras fuerzas son reclutas, por lo que les falta habilidad y su moral esta por los suelos... apenas estamos manejando mientras cazamos los restos del ejercito orco. Con eso en mente, si la Horda lanzara una ofensiva nuevamente, en ese momento solo seriamos aniquilados. Por eso quiero que aumenten sus fuerzas, para mantener a raya a los orcos.

-Hmm... tal vez sea posible para reforzar con tropas a la base Olenburg.

-¿Eso es cierto?

Gonsal suspira aliviado por la respuesta de Cecilia, exhalando con tranquilidad.

-Oh, una vez que nuestra base se expanda con diez mil a veinte mil soldados de infantería. Con capacidad para unos mil vehículos de combate y quinientos aviones, podemos...

Pero entonces Cecilia corta su sugerencia.

-Pero en lo que a nosotros respecta, no hay beneficios para nosotros aquí.

De las palabras de Cecilia, el silencio envuelve la habitación mientras Gonsal se queda sin palabras.

-Matias es una persona magnánima. Después de eliminar las fuerzas de los orcos dentro de su país, proporcione subvenciones y apoyo para sus esfuerzos de reconstrucción, así como distribuya alimentos a todos sus refugiados. Lo haría sin querer nada a cambio. Sin embargo, incluso si somos aliados, nuestra nación estaría preocupada si continuáramos brindando asistencia sin recibir ninguna reparación.

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“Estos jodidos altos elfos están pidiendo mas apoyo y lo quieren descaradamente sin proporcionar ninguna remuneración.” Esas palabras pasaban por la mente de Cecilia. Mientras su odio ardiente por un país determinado dentro de su pecho, Cecilia reflexiona sobre tales cosas.

-Naturalmente, tenemos a intención de devolver lo que se debe, pero... parece que no hay nada que la vicepresidenta quiera de nuestro país. No hace mucho tiempo, para el pago, propusimos parte de las praderas que están fuera de nuestros bosques y también algunos cerros con yacimientos minerales. Además de esa propuesta era la tierra con petroleo. Entonces, ¿que le parece si le damos mas campos petrolíferos?

Gonsal se rasca ásperamente la cabeza, preocupado después de lanzar varias sugerencias.

-Oh, bueno ya ves. Una parcela de tierra estaría muy lejos de nuestro país. Además, también estamos pensando en comprar una mina del Reino de Lledo. Y la porción transferida de los yacimientos de petroleo son suficientes.

-Hmmm, compensación considerable, valor equivalente... compensación... ¿mujeres? Oh, que suerte, eso es correcto. A Matias le gusta las mujeres. Así que, ¿por que no...?

-¡No! ¡No hace falta!

Después de que Gonsal pensó hábilmente en una resolución entregando las hijas de algunos nobles elfos a Matias para que sean sus concubinas. Gonsal se preocupo cuando Cecilia lo interrumpió antes de que pudiera terminar.

-¿No seria bueno escuchar hasta el final?

-¡Hmph! ¡Es trivial para permitir que una desconocida cerd... (tos)! ¡Es absurdo traer mas mujeres! ¿Y crees que el precio de nuestros refuerzos militares es igual al de unas concubinas?

-Ese no es el caso, ¿que podemos ofrecer ahora?

Luchando por proporcionar una compensación justa a cambio de refuerzos militares. La mente de Gonsal se molesto.

-¡Disculpe, déjeme pasar!

La comandante Smirnov irrumpe en la sala donde se realizo la conferencia.

-¡¡Sra. Vicepresidenta!! ¡¡Es terrible!!

-Cálmese y dígame que paso.

Cecilia observa la angustiada apariencia de Tiana diciéndole que se calme antes de hablar.

-Yo... ¡Si, señora! Hace aproximadamente media hora, el helicóptero presidencial fue emboscado por grifos... y... ¡Fue derribado, este es el informe que recibimos de Olenburg!

-¿Huh? ¡¿No puede ser esto un informe falso?!

-¡Este es un informe real! ¡Esto no es una falsa alarma! Hoy a las 15:30, justo cuando estaba en camino a inspeccionar la prospección de los campos petroleros, el presidente y sus escoltas fueron emboscados por un grupo de fuerzas sin identificar. Mientras se defendían del ataque, el helicóptero del presidente fue derribado.

Escuchando el informe de Tiana, Cecilia se sorprendió al escuchar los detalles.

-¿Que hay de la seguridad de Matias?

-Actualmente se desconoce el paradero del presidente, las unidades de escolta no pudieron ponerse en contacto con la sede y también fueron abrumadas por una gran cantidad de fuerzas enemigas, por lo que se retiraron a toda velocidad. A bordo del helicóptero presidencial habían dos pilotos, la princesa Drina y Clancia, sus muertes no han sido confirmadas.

-¡Que todas las tropas en Olenburg se movilicen para la operación de rescate!

-Si, señora.

-No podemos, es imposible sra. Vicepresidenta.

-¿A que te referís con eso?

Cecilia quería rescatar a Matias, pero Tiana se oponía a ella.

-Ah... sra. Vicepresidenta, no podemos acercarnos al espacio aéreo en el que se estrello el helicóptero, actualmente hay una gran tormenta que causa poca visibilidad y nuestros aviones no pueden ni siquiera acercarse al área.

Mientras recibía una mirada de gran nitidez, Tiana logro explicar hasta el final.

-¡¿Y que?!

-Tenemos una visibilidad limitada, ¡si nos dirigimos al sitio del incidente ahora mismo no lo lograremos! ¡Si nos movemos mal, inútilmente agotarían nuestras fuerzas!

-¡A quien le importa! ¡No importa cuantas fuerzas perdamos, ya sea que llueva, nos ataquen, tenga poca visibilidad o viajemos a ciegas! ¡Salvaremos a Matias! ¡Acelera los preparativos para la salida!

-¡¡Si, señora!!

Ignorando la posibilidad de que sea demasiado tarde y que Matias haya muerto también como los comentarios de Tiana, Cecilia ordena obstinadamente que salga.

Y así, todas las fuerzas de Paxbelli estacionadas en Ason estaban participando, la operación “Amado Rescatado” estaba lista para comenzar.

* * *

-Ugh... ¿Que paso?

Se desplomo en el fondo de los duros y escarpados acantilados, Matias estaba acostado de espalda cuando se despertó de la lluvia torrencial, cuando le golpeo la cara.

-¿Que es esto?

Justo cuando Matias recupero la conciencia, sus ojos brumosos se despejaron gradualmente, permitiéndole ver su entorno con mucha claridad.

-¡Mierda, duele!

Matias examino su cuerpo en busca de anomalías ya que fue arrojado desde el helicóptero, solo encontrando varias contusiones en su cuerpo, sin huesos rotos o hemorragias notorias a simple vista.

Matias se sintió aliviado de no encontrar ninguna lesión grave gracias a la habilidad “resistencia corporal”. La “resistencia corporal” es una habilidad que dota momentáneamente al usuario resistencia sobrehumana, aunque solo puede usarla una vez cada cierto tiempo.

-¿Cuanto tiempo he estado inconsciente?... no... ¿Que le paso a todo el mundo?

Mientras aguantaba el dolor, Matias observo el área cercana.

-¿Que? ¡¡Mierda!!

A unos 20 metros de donde estaba acostado, Matias podía ver el helicóptero destrozado acostado de un lado. Matias va acercándose a el con sus pasos inestables.

Viendo por la ventana de la cabina encontró a Drina muy mal herida con trozo de metal que sobresalía de un costado de su torso.

Rápidamente saca su celular para invocar médicos para curarla. Pero en cuanto presiona el icono de habilidades, este se bloquea y aparece un mensaje.

¡Aviso!

Estas siendo asechado por fuerzas enemigas. Hasta que termine la batalla la habilidad de invocación ha sido restringida.

-¡Mierda!

Guardando su celular, agarra el pestillo de la puerta y la abre. Avanzando dentro de la cabina justo antes de que la puerta saliera volando de sus bisagras por el fuerte viento, permitiendo que la lluvia invadiera el interior.

-Estoy seguro de que había un kit de primeros auxilios justo debajo del asiento en algún lugar... ¡ahí esta!

A pesar de su robusta construcción, el interior del helicóptero fue un desastre, debido al impacto del choque. Matias busco debajo de cada asiento uno por uno, buscando los kit de primeros auxilios que deberían estar allí en reserva.

-¿Eh? ¿Que es esto?

Mientras sacaba uno de los kit de primeros auxilios debajo del asiento, Matias descubrió una pequeña botella con un liquido blanco escondido debajo del kit.

Observando el liquido color blanco-leche, meciendo la botella mientras se balanceaba de un lado a otro. Matias dudo de su uso, girando la botella, antes de descubrir una etiqueta.

En la etiqueta decía: “Una panacea que tratara cualquier lesión. Hecha por Stephany Martínez”.

-(suspiro)... te debo una.

Después de suspirar de alivio, agarra el trozo de metal que sobresale del costado de Drina, con ambas manos lo saca con un rápido movimiento.

Matias extrajo el trozo de hierro del flanco de Drina tirándolo con un sonido, con la herida expuesta vierte la panacea sobre ella.

La panacea entro en vigor sin demora, aunque no fue tan perfecta, la lesión en el costado de Drina ya había comenzado a cerrarse.

-Creo que con esto esta.

-Ah... espera...

Mientras Matias intentaba sacar a Drina del helicóptero, escucho la voz de Clancia colgada en su asiento por el cinturón de seguridad. Tan pronto saco a Drina del helicóptero y la dejo en una cueva cercana, regreso al helicóptero para ayudar a Clancia.

-¡Agh! Clancia, ¿estas bien?

Matias se apresuro a atrapar a Clancia cuanto esta desengancho el cinturón de seguridad, abrazándola antes del impacto, la cara de Matias se deforma por el dolor de sus contusiones cuando ambos se desplomaron en el suelo.

-Oh, gracias a Dios... realmente... estas vivo, si algo te pasara...

Clancia comenzó a derramar lágrimas llenas de alivio, aferrándose a Matias, sin darse cuenta de que la cara de Matias se distorsionaba por el dolor.

-Ugh... Clancia, ¿podrías llorar mas tarde? ¿Estas herida?

-Si, lo siento. Creo que me lesione la pierna derecha.

-Préstame tu hombro, ya que no podes caminar sola.

Usándose los hombros, la pareja camino hacia la pequeña cueva donde estaba Drina.

* * *

-Ahh.

-¿Estas despierta?

Drina lentamente comienza a abrir los ojos y ve a Matias delante de ella.

-¿Mati? Yo... ¡¡Urgh!!

Drina había estado recostada siendo abrazada por Matias para mantener el calor cuando de repente trato de levantarse, pero su mente se quedo en blanco mientras su cuerpo se tambaleaba.

-Quédate quieta, perdiste mucha sangre.

Al cuestionar el significado de sus palabras, Drina noto la mirada de Matias cuando giro hacia abajo.

-Por que yo...

Originalmente, el vestido medieval de Drina era largo y hermoso. Pero ahora, estaba rasgado con un enorme tajo en un costado.

-Bien, entonces hora de ir...

-¡Espera!... um... Mati... hace frío... por favor, no me dejes sola.

Cuando Matias estaba a punto de recoger objetos del helicóptero, Drina lo llamo.

-No te preocupes. Volveré pronto, así que solo espera, ¿bien?

Extendiendo la mano y agitándola en el aire, Drina se quejo del frío mientras parecía desesperada.

Dejando de lado sus pensamientos sobre la apariencia de Drina, Matias atravesó la lluvia helada hacia el helicóptero. Acelerando mientras la lluvia golpeaba y azotaba su cuerpo.

-No te vayas... por favor... apúrate... volve... quiero... Mati...

Drina se estaba congelando al estar mojada por la lluvia fría, ansiaba el calor de Matias, se sentía desesperada cuando Matias se alejaba cada vez mas.

Después de registrar el helicóptero estrellado, Matias arrastra el equipo de supervivencia, suministros, armas, cualquier cosa que pareciera útil, y regresar apresuradamente hacia la cueva donde descansaban Clancia y Drina.

* * *

-La tormenta esta empeorando.

Acurrucándose cerca de la pequeña hoguera, el grupo de tres intento mantenerse abrigado, en medio de la furiosa tormenta. Un trueno resonó cuando la fuerte lluvia golpeo ferozmente en la superficie de los acantilados.

Como todos estaban empapados, todos se quitaron la ropa y la dejaron secarse cerca de la hoguera. Cubiertos por las mantas de aislamiento térmico que Matias logro traer del helicóptero, esperaron pacientemente a que terminara la tormenta.

-Con esta tormenta no creo que el enemigo llegue tan pronto... pero tendremos que movernos rápido contra las bestias.

Mientras pensaba en el futuro, Matias mira hacia su costado.

-Nnn... Mati...

Acurrucada, Drina pronuncio al azar, hablando dormida mientras su rostro descansaba sobre el hombro de Matias. Su respiración se elevo y cayo de una manera tranquila mientras dormía.

-Igual que un gatito.

Mirando su cara dormida, acaricia suavemente el pelo castaño de Drina mientras sonríe.

El gatito frío de repente se acurruco mas cerca de Matias.

-Mati, entonces, ¿que vamos a hacer ahora?

Manteniendo la manta de aislamiento térmico alrededor de su cuerpo, Clancia se acurruca junto a Matias como una amante, luego apoya su cabeza sobre el otro hombro de Matias.

-Por el momento esperaremos a que la lluvia se aclare. Encontraremos un lugar seguro y esperaremos el rescate. Afortunadamente he conseguido suficiente comida y agua, hay suficientes armas reunidas. Así que debemos ser capaces de resistir incluso si los enemigos que nos acechan o las bestias mágicas nos ataquen.

Dicho esto, Matias mira hacia las armas que recupero del helicóptero.

En general, logro obtener la espada de Drina y tres cuchillos de combate. Una carabina M4 con lanzagranadas M203, granadas de mano, dos subfusiles MP5, dos pistolas Five-Seven y una pistola M9. Era todo lo que pudo recuperar del helicóptero.

Mirando la cantidad de armas que recupero, era menos de la mitad de lo que habría en el helicóptero. Matias respira con un suspiro de alivio, al haber podido recuperar esa cantidad de equipo.

-¿Crees que los refuerzos lleguen antes que el enemigo?

-No tenemos mas remedio que esperar que lleguen los refuerzos, antes de que el enemigo nos alcance... Clancia, deberías descansar un poco.

-No, estoy bien, todavía puedo...

-Esta bien, solo acuéstate y descansa.

-Ah, entiendo.

Renuente a seguir las ordenes de Matias, Clancia finalmente se rinde cuando apoya su cabeza exhausta sobre su hombro, cerrando sus ojos cansados, lo que inmediatamente siguió fue la respiración profunda de una persona profundamente dormida.

-Hnnn... no me puedo mover... ah, mierda.

En medio de Clancia y Drina, Matias no sabia que hacer. Cuando se dio cuenta, Clancia se había quedado dormida pegada a su lado.

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