《La puerta de Maltras》Capitulo 117

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Capítulo 117: En marcha a un nuevo conflicto..

La celebración terminó hasta entrada la noche, posiblemente la madrugada del dia siguiente. El resto de la fiesta fue muy agradable, comimos, bebimos, reímos, y algunos lloraron… Fue algo necesario, muchas personas sufrieron daños que iban a dejar secuelas, que si bien podrían superarse, serán requerirán tiempo; pero el llanto era una buena manera de desahogarse y un paso a la sanación...

Y hubo alguien que también lloró pese a que jamás cayó en las garras de los devar y los goblins: Perik.

Dob ya le habia hecho un resumen de porque la ayuda que le ofrecieron en un principio había sido ahora cancelada. Su país fue abandonado a su suerte.

Solo que, pese a estar triste, también había un brillo de determinación en lo profundo de sus ojos… Y me dijo el por qué.

“Continúe siendo mi maestro… Ahora necesito más fuerza que antes.” (Perik)

Le di un ligero golpe en la cabeza, pero acepté luego de que le hice recordar que debía actuar con prudencia y me prometiera una y otra vez que si lograba volverse tan fuerte como él lo deseaba, no regresaría a Forepam a impartir ‘justicia’.

Hasta que no me aseguré de que sus palabras eran un 100% honestas, no dejé de insistir… Ahora solo faltaba impartir una disciplina más estricta durante el entrenamiento para reforzar la promesa.

“M-Maestro… Su mirada me da miedo.” (Perik)

“Estás desarrollando un buen sentido de intuición… Voy a ser un poco más severo en las lecciones, quizás llegues a desarrollar un trauma pero lo haré pensando en tu bien.” (Aruh)

“¿Trauma?” (Perik)

“Es un término sin mucha importancia… Por hoy, dejemos los temas deprimentes, estamos en una fiesta y la lección que debes aprender por ahora es cómo relajarte. Ven, hay mucha comida para disfrutar.” (Aruh)

“¿Que dices, Desia? Crees que el joven Aruh se encuentra totalmente recuperado.” (Varetsi)

“Yo lo veo perfectamente, muy enérgico como de costumbre.” (Schelt)

“Lauzi aun no lo ha hecho con el amo… Seguro debe estar deseosa.” (Hasos)

“Yo… No… A ese extremo…” ( Lauzi)

Cuando nos fuimos a nuestros aposentos, una casa completa para mi y mis amores, nos preparamos para dormir cuando interrogaron a Desia sobre mi estado de salud…

Por esta noche, quise dormir junto con todas y la oportunidad se presentaba pues la mayoría de los adultos en Sulteto estaban completamente ebrios. También puse vigilancia como de costumbre pues nunca se puede estar demasiado prevenido. Cabe mencionar que la construcción tenía un establo muy cerca al que se podía acceder sin tener que salir, y aunque los chicos (entes) estaban descansando en otro sitio junto con los animales y carros, no habría sospechas si Calse, Nana, Medea, Iveris y Calse estuvieran aquí… Eso si pudiera tener sexo, todavía faltaba un dia para que Desia me diera de alta.

Obviamente, no quería desaprovechar esta oportunidad… Y mis queridas tampoco.

“Me gustaria que asi fuera… Pero…” (Desia)

Siendo presionada por todas y por si misma, Desia me miró en busca de ayuda… Me le acerqué y me descubrí el torso.

“En serio me siento muy bien de salud… Podemos hacer otra revisión para confirmar mi condición.” (Aruh)

“......Está bien, d-deje que lo revise, joven Aruh.” (Desia)

Luego de verme en silencio por un instante, Desia accedió a volver a examinarme. Noté un pequeño rastro de saliva en la orilla de su boca. Sentí mi rostro calentarse un poco pero estaba feliz y halagado.

Desia me revisó y usó más magia en mi para ver como reaccionaba… Su diagnostico fue que ya me había recuperado por completo.

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“¡Menos mal que te encuentra bien!” (Fortuna)

Todas suspiraron de alivio. No solo por deseo físico, sino por mi bienestar, todas querían asegurarse que de verdad me encontraba bien.

“Le reitero que quiero que no vuelva a usar sus experimentos en usted, joven Aruh.” (Desia)

“Lo sé, no volveré a hacerlo. Aprendí mi lección.” (Aruh)

Sereno y sonriente, le aseguré a Desia y a las demás que mantendria mi promesa y así calmarlas. Mis palabras fueron aceptadas y luego de hacer a un lado los temas serios, nos dedicamos a amarnos.

“¿Listo, Aruh? ¡Aquí voy!” (Naku)

“Cuando quieras, amor.” (Aruh)

En la mañana nos levantamos entrenando. Naku y yo decidimos hacer un poco de sparring tras unos cuantos ejercicios de calentamiento. Ambos seguíamos creciendo con cada entrenamiento, pues no existe un límite como guerrero.

Los dos éramos los únicos que continuaban de pie, mis demas amores, los chicos, Perik y Eugene (quienes vinieron también a unirse) ya habían terminado con sus respectivas rutinas; y a excepción de Eugene, quien había regresado con Keeva y To a ayudar en la aldea mientras terminabamos el combate de practica, se habían convertido en público espectador.

“¡Cuánta habilidad! Incluso al medir los movimientos del otro emiten semejante presión.” (Mitena)

Como Mitena había mencionado, pese a la advertencia de Naku, ella y yo seguiamos midiendonos.

Cada respiración, movimiento de los ojos, la ubicación en la que estábamos, la luz del sol y el viento… Calculamos cada factor, y repentinamente, el combate inició.

Más que sonidos aislados, el constante choque de nuestras espadas en todas direcciones se escuchaba como un zumbido. Nuestros pies apenas tocando el suelo para dejarlo en fracciones de segundo solo dejaban pequeñas nubes de polvo.

Y tan súbitamente como empezó, terminó. Naku tenía la punta de su espada tocando mi pecho… Pero ese no fue lo que lo decidió, fue una combinación en tres partes y cada una me había alcanzado.

“Continuas mejorando a ritmo acelerado, Aruh… A este ritmo serás inalcanzable para cualquiera.” (Naku)

“Y aún así tú también te vuelves más fuerte con cada nuevo dia que pasa, Naku… ¿No quiere decir eso que serás aún más inalcanzable?” (Aruh)

Ambos sonreímos y nos echamos a reír alegremente… Seguido por una sonora ronda de aplausos y vitoreos de las chicas y los demás.

“¡Déjeme practicar con usted, joven Aruh!” (Blair)

“¡Yo también me uno!” (Mitena)

“¡Heoo!” (Cherry)

La fatiga de sus rutinas había desaparecido y sus ánimos encendido nuevamente… Alargamos un poco el entrenamiento de hoy por petición de las chicas (especialmente de Mitena y Blair).

Lauzi sin embargo, fue la más tranquila y la que menos entrenó, pues ayer fue nuestra primera noche y requería descanso… Solo la dejé hacer calentamiento para que no se sobre esforzara.

Y pese a que por mas que me dediqué a no causarle dolor en su primera vez, la lastimé un poco… Pero hoy ella era toda sonrisas y eso me hizo sentir aliviado. Aunque otra consecuencia más de la intensidad de anoche era que no pudo levantarse para ir con Lora, por lo que Eugene la trajo consigo.

Por suerte, Lora continúa mejorando y ya sigue a otras personas aparte de Lauzi y de mi, aunque en cuanto consideré mandarla a Tulser para que estuviera segura, volvió a pegarse a mi. No fue sino hasta que la calmamos que pudimos empezar con el entrenamiento...

Y cuando terminamos con este, nos dirigimos a realizar varias actividades en todo el pueblo. Hoy me reuniría junto con Naku, Fortuna y Lauzi con el alcalde.

Asimismo, el resto de mis chicas y los entes harían otros trabajos, fuera de asistencia o de protección del pueblo… Nos quedariamos dos días más antes de partir.

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“Han hecho mucho por todos nosotros… Heroes de Jimama, Ejército de Korania.” (alcalde)

“Sigo pensando que el único que merece el título al exterminar al monstruo es Aruh.” (Naku)

“Ciertamente, es como si nos estuviéramos aprovechando de sus logros. Fue él quien lo mató.” (Fion)

“En mi caso es peor, es la segunda vez que ocurre… Y de nuevo sin que tuviera que hacer nada.” (Megan)

“De hecho fue Barker quien le dio el golpe de gracia, pero dado que los hobgoblins eran parte de su poder, el credito esta bien distribuido.” (Aruh)

Los dos días pasaron muy rápido y era hora de partir nuevamente.

Durante este tiempo pasaron muchas cosas, algunas de las más importantes fueron nuestra declaración como ‘Ejército de Korania’ por haber matado a este y la integración de las victimas a Sulteto.

En el primer caso, aunque todavía no era oficial, el devar monstruoso fue clasificado como monstruo nivel X y como tal, recibió el nombre de Korania… En un principio solo iba a ser yo quien recibiera el título, pero gracias al testimonio e intervención del teniente Malson, todo nuestro grupo lo adquirió.

“El señor Aruh tiene razón… Fue gracias al esfuerzo y poder de todas ustedes, así como de las criaturas, el señor Yonzo, y el agente Dob que una gran cantidad de vidas se salvaron.” (Melson)

“Y eso la incluye a usted también, señorita Strunt… Defendió valientemente el pueblo cuando los goblins nos atacaron.” (alcalde)

“Pero Lempo fue quien hizo la mayoría del trabajo.” (Megan)

“Y nosotras no ayudamos mucho.” (Agatha)

Fortuna, Kristera y Elin asintieron con fuerza a las palabras de Agatha.

El teniente Melson sonrió.

“Son todas chicas muy honestas… Tengo una idea mejor, podemos darle el crédito sólo al señor Aruh, y pueden usar el nombre de Korania para su grupo, ¿Les parece bien?” (Melson)

“No estoy seguro.” (Aruh)

En lo personal, no me agradaba la idea… Usar el nombre de una bestia que aterrorizó a un gran número de personas es…

“Me parece bien.” (Lauzi)

Pero a Lauzi, quien mas razon tendria de odiar ese nombre, aceptó la propuesta.

“Aruh… Err, joven Aruh…” (Lauzi)

“No es una regla llamarme así, Lauzi… Me sentiría mejor si todas me llamaran sin honorificos.” (Aruh)

“No, fuera de la cama es necesario usarlos…” (Lauzi)

Una sonrisa se me escapó sin que pudiera hacer algo por evitarlo. Tras aclararse la garganta para hacer a un lado su vergüenza, Lauzi recobró su serenidad. Con una expresión pacífica, me miró a los ojos, haciendo lo mismo con el resto del grupo y con el teniente Melson.

“No me molesta que usemos ese nombre, creo que es una buena idea usar el nombre de ese monstruo en señal de victoria… Aún… Aún soy nueva y no puedo tomar decisiones importantes, pero me gustaría que usáramos ese nombre… Asi seriamos como un grupo mercenario…” (Lauzi)

Su último comentario fue como un susurro, un suspiro cuyo propósito era extinguirse sin ser escuchado… Pero fue en vano. Estoy seguro que no solo yo lo escuche.

“¿Que dicen? No sería mala idea nombrar a nuestro grupo…” (Aruh)

Las chicas lo discutieron brevemente y sonrientes aceptaron… Bien, a partir de ahora, si necesitaramos nombrar a nuestro grupo, nos llamaremos Korania.

“Ajem… Estando resuelto ese dilema, me gustaría continuar si no fuera mucho problema…” (alcalde)

Luego de nombrarnos héroes (de nueva cuenta) se nos informó de lo que ocurriría a partir de ahora en Sulteto y en los alrededores… En este tema, se tocó el otro punto importante que ocurrio mientras que estabamos aqui: la integración de las victimas a Sulteto.

Con ayuda mia, de Regis y de Quetzal, se construyó un segundo muro en los alrededores del pueblo. Aquí se construirán viviendas para que habitaran las personas que rescatamos hasta que pasara el peligro y se reconstruyeran las aldeas… Esto traería problemas, pues se corría el riesgo de que esta nueva área se convirtiera en un barrio bajo, o que hubiera escasez de alimentos…

Para evitar eso, creamos campos de cultivo, además de recibir la promesa del alcalde de apoyar a las víctimas para que pudieran recuperarse.

“En honor a ustedes, me gustaría nombrar a estos campos: Nueva esperanza.” (alcalde)

“A mi se me ocurrió el nombre… Muy original, ¿cierto?” (Melson)

Con un tono humorístico, el teniente Melson nos informó sobre su colaboración, después me ofreció la mano.

“En serio… Muchas gracias. Sin ustedes, Goldtree se hubiera ido a la ruina.” (Melson)

Acepté con gusto el gesto y nos dimos un apretón de manos.

“Si en el futuro llega a necesitar de ayuda, nosotros se la brindaremos.” (Melson)

Los soldados que estaban aquí reunidos gritaron contentos y con determinación, muchos alzaron una mano al aire.

“Gracias. Acepto con gusto su palabras.” (Aruh)

Sonaré un poco ruin, pero estaba satisfecho de haberme puesto en una posición privilegiada en la región. Si en un futuro me veo en aprietos y requiero de apoyo, es bueno saber que cuento con varias personas.

Además, con Warth y el resto de su gremio, espero conseguir que mi influencia se extienda en el norte de Eralgia.

Y de nuevo, entre gritos de alegría y victoria, nuestro grupo, ahora con un nombre, partió hacia el sur para llegar a Menat y de ahí, a Igy.

Antes de que dejásemos atrás el pueblo para que se perdiera en medio del bosque, Lora, montando el carro donde iban Fortuna, Blair y Lauzi, se asomó desde la parte trasera para darle un último vistazo… Tambien senti la presencia de una persona más entre aquellas que se habían reunido, se trataba del chico elfo que rescatamos de la aldea a la que ella y Lauzi pertenecían.

“......” (Lora)

Y silenciosamente, sin mostrar más interés, Lora regresó al interior del vagón.

Recorrimos los bosques por cuatro días y sus noches bajo la guía tanto de Dob y sus compañeras, como del señor Allan y los mercenarios. Nos topamos con más aldeas destruidas, posiblemente por los devar y los goblins, dejando en claro que el trabajo estaba todavía sin terminar, serían los grupos de subyugación quienes lo terminarian. También fuimos blanco de algunos ataques y logramos exterminar más nidos y rescatar a algunas personas, mismas que decidimos proteger y llevar hasta un pueblo o ciudad seguros.

Fue hasta que llegamos a Julcho que pudimos hacerlo.

Julcho era una ciudad medianamente grande, destacaba su gran muralla de piedra, y el hecho de que el resto de sus construcciones también estaban fabricados con el mismo material. Según Dob, en el pasado, esta ciudad solía ser una fortaleza.

“Por fin… ¡Es Julcho!” (hombre mayor)

Con lágrimas en los ojos, una de las personas que rescatamos, exclamó de felicidad. Era entendible, pues él era un pequeño comerciante de madera originario de esta ciudad que fue secuestrado cuando visitó la aldea para reabastecerse de producto.

“¡Muchas gracias! Sniff… ¡Muchas gracias! ¡Muchas gracias!” (hombre mayor)

Él no era el único dichoso de poder ver la ciudad, un hombre joven y una mujer que nos acompañaban, bajaron de los carros (por lo que tuvimos que detenernos) para salir a admirar la vista de Julcho a la distancia, que, gracias al terreno desnivelado y a la menor abundancia de árboles, podía apreciarse muy bien.

Pero mientras que para estas personas, la ciudad representaba un alivio para sus almas, para nosotros era la última parada que tomaríamos antes de entrar en una nueva región y confrontar un problema que veníamos arrastrando…

“Dob, ¿Seguimos contando con el reporte de los agentes en Menat?” (Aruh)

“¿Mmm? ¿Tiene dudas, señor Hydran?” (Dob)

No respondí verbalmente, solo asintiendo con la cabeza.

“......El punto de encuentro es Nott, no es necesario desesperarse.” (Dob)

“Pero tú lo estás, Dob.” (Naku)

Las palabras de Naku eran ciertas, Dob se notaba muy estresado últimamente, quizás fuera por la ausencia de una red de comunicación en la zona infectada por los devar, pero estaba un tanto nervioso desde poco antes de entrar… Él y las agentes.

Además, al igual que nosotros, mantenía muy vigilados al gremio mercenario…

“¿Pueden ver a través de mi máscara? ¡Han desarrollado nuevos poderes!” (Dob)

Una mirada fulminante de parte mia y de Naku fue suficiente para que abandonara su actitud de broma.

“Lo siento… Mi preocupación no está relacionada directamente con ustedes sino con otra cosa.” (Dob)

‘Que vigilemos a esas personas es por el mismo motivo que lo hace usted, señor Hydran’ agregó en voz baja pasando junto a mi y dando a entender que debíamos renovar nuestro camino a la ciudad.

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