Capítulo 94: Más problemas en Sivertha

Incluso si la conversación con el señor Allan no trajo los resultados deseados, ahora que se había calmado decidimos ir de nuevo a la habitación donde estaban Naku y los demás.

“Por lo que veo, todo salió bien.” (Naku)

“Si, todo se arregló en cuanto llegó en maestro.” (Mitena)

Blair asintió sonrojada, la verdad que dije sobre el hecho de que la amaba la puso de muy buen humor y muy cariñosa.

“El torpe de mi padre está muy necio, pero Aruh lo hizo entrar un poco en razón… Quizás cuando se levante haya dejado esa tonta idea de comprometerme con otro hombre… Pero bueno, por ahora podemos hacer ese tema a un lado.” (Fortuna)

La atención se centró entonces en Dob y en los agentes, tanto a los de la ciudad como los que llegaron con el señor Allan.

Las mujeres que protegían a Perik ya se habían despertado y conversaban con sus compañeros foráneos… Dos de ellas fueron rescatadas del mismo lugar que Dob y sufrieron de abuso y violación sexual a manos de los Desertores. La que logró escapar con Perik a la base secreta recibió también varios daños como consecuencia de un enfrentamiento…

“Señor Hydran… Muchas gracias. Sin la ayuda de su grupo habríamos muerto a manos de los Desertores de la Ruina.” (Neriph)

“Dejar que murieran a manos de esos tipos, claro que no. Ustedes nos han ayudado mucho a nosotros.” (Aruh)

“Capturaron a algunos de ellos, ¿cierto? Hay que interrogarlos cuanto antes.” (Neriph)

“Están en el sótano… Ellos pueden esperar, no se irán a ninguna parte. Mientras que se recuperan totalmente y Dob despierta, compartamos información.” (Aruh)

La agente asintió.

…

Eugene fue a llevar con los Desertores a todos los agentes que se habían recuperado, salvo por Dob… Quien despertó durante la conversación pero estaba todavía débil.

Estuvo consciente durante su sueño y se enteró de todo lo que habíamos hablado.

“¿Podemos confiar en que esta vez no dejaran ir a los Desertores como lo hicieron con la brigada del dragón tuerto?” (Naku)

“Puedo asegurarle que no pasará… Al contrario que la princesa, los Desertores de la Ruina no tienen protección real, así que podemos ejecutarlos sin permiso… Luego de interrogarlos como es debido.” (Dob)

Los Desertores van a ser llevados a los calabozos y ejecutados en secreto… De hecho, todo será encubierto y los cadáveres de los que ya hemos matado, recogidos.

“Fue una gran decisión capturar a algunos importantes de sus filas… Comparto su sospecha de que tramaban algo aparte de espiarlos o matarlo a usted, señor Hydran.” (Dob)

“Y en cuanto a los criminales que tengo en el sótano también…” (Aruh)

“Los ignoraremos… Incluso veré si me es posible ayudar con su idea de crear una empresa destinada a ayudar a la gente y no generar oro.” (Dob)

De pronto me gané la ayuda de Dob, y en palabras que agregó, del reino en sí.

“Sin embargo, lo más sorprendente de todo es que la soldado Strunt se incorporó a sus fuerzas.” (Dob)

Megan se sonrojó por las palabras de Dob.

“Digamos que comprendió la grandeza del joven Aruh, ¿verdad?” (Alice)

“Si, así es.” (Megan)

Risas de alegría vinieron de todo el grupo… ¡Y de la señora Sageon!

“El señor Aruh nos robó a una excelente soldado… Va a dificultar la situación de toda la brigada.” (Siris)

Eso sonó mucho a un reclamo… Porque eso fue.

“Pero está bien. No por que abandone su puesto abandonará su deber… Confió en que llevará en alto el nombre de sus compañeros y de las fuerzas de la región a donde vaya.” (Siris)

“¡Sí, capitana!” (Megan)

“Y usted… Soldado Sugir...” (Siris)

De pronto, Alice se volvió el blanco de la señora Sageon…

“Sea buena con Megan… Ahora son compañeras de armas que siguen al mismo hombre.” (Siris)

“Si, así lo haré.” (Alice)

Con una sonrisa, Alice asintió e hizo un saludo militar.

“Soldado Alice Sugir de las fuerzas de la región. Presento mi formal renuncia de las filas…” (Alice)

Aunque Alice no pertenecía a la milicia de Jimama y la señora Sageon no era su oficial, aceptó su renuncia y regresó el saludo.

“Sea feliz.” (Siris)

“Lo seré al lado del joven Aruh.” (Alice)

Me sonrojé. Alice vino a mi lado, me dio un beso en la mejilla y me susurró al oído.

“No podría contenerme tras un beso en los labios… Esperaré hasta la cama.” (Alice)

Con una propuesta así, voy a estar muy activo.

…

La señora Sageon se retiró para prepararse y recibir al Señor de la región. Le escoltaron Mitena, Varetsi, y los guardias de la ciudad que habían estado vigilando a los prisioneros..

El resto de nosotros, fuimos al sótano para asistir a los agentes con los Desertores; habiéndose mejorado, Dob vino con nosotros. Sin embargo, sentí la presencia del joven Richter viniendo hacia aquí en compañía de dos de sus mercenarios, así que decidimos esperarlo.

“Oh, mil disculpas… No sabia que iban a algún lado.” (Richter)

“No íbamos a salir, solo visitaremos a unos cuantos prisioneros que tenemos en el sótano.” (Aruh)

“Más bien, ratas grandes… Bueno, solo algunos lo son.” (Fortuna)

“Oh, las personas peligrosas que mencionaron usted y los enmascarados que nos acompañaron, ¿verdad?” (Richter)

“Esas mismas, aunque puedo esperar por si tiene algún asunto que atender conmigo, joven Richter.” (Aruh)

“Puede llamarme Richter a secas, ahora que es el marido de mi querida hermana Fortuna, somos familia.” (Richter)

“...No olvides a Blair.” (Fortuna)

“Tienes razón, nuestra media hermana Blair ahora es también su concubina. Sol estará alegre por ella.” (Richter)

El joven Richter no hablaba de manera vanidosa o con desprecio, aunque sí con una actitud pomposa… La manera en cómo se dirigía a Blair también había cambiado, mostraba más respeto.

“Me enteré a grandes rasgos de lo ocurrido, perdiste a grandes hombres en el encuentro con Ponzoña… ¿Les has hecho los ritos correspondientes?” (Richter)

“No… No tengo ninguna pieza de sus cuerpos o sus prendas.” (Blair)

Para hacer los ritos fúnebres tradicionales se requiere al menos algo perteneciente al difunto y erigirse le un pequeño altar, esto es en caso de que no se pueda sepultar o incinerar el cuerpo entero por algún motivo. Los hombres que escoltaban a Fortuna y compañeros de armas de Blair, fueron muertos a un lado del camino por lo que no tenemos algo de ellos al alcance por ahora.

“Planeaba hacerlo en Menat.” (Blair)

“Quizás podamos pasar por la ruta donde fueron atacadas y encontrar algo de ellos.” (Dob)

“¿En serio? Si, me gustaría.” (Dob)

Dob nos hizo la propuesta de pasar por la ruta donde fueron atacadas, pero en lugar de negarse o molestarse, Blair asintió feliz.

“Gracias, Dob… Te debo otra.” (Aruh)

“De nada, señor Hydran. No habrá ningún inconveniente en tomar esa desviación.” (Dob)

La ruta donde ocurrió estaba más al oeste de la que Dob había designado como la más segura… Pero gracias a ello, Blair y Fortuna podrán rendirle tributo a sus compañeros.

“Yo me encargaré de los ritos.” (Naku)

Fortuna asintió con una sonrisa a las palabras de Naku.

“Y bien, hermano… ¿Cuál era el asunto por el que nos buscabas?” (Fortuna)

“...Quiero rectificar las palabras de nuestro padre. Esa tontería de separarte de Aruh tu esposo, sabes que normalmente él no tomaría esa actitud.” (Richter)

“Lo sé… Madre tuvo la culpa.” (Fortuna)

“Tampoco fue ella, no al principio al menos… Es solo que hay una demanda muy fuerte por tu mano en Silvertha, al grado de que ha habido duelos a muerte.” (Richter)

“Me enteré del que sostuvieron el señorito Nurafe y el señorito Smallpetal… Su duelo fue arbitrario y sin mi consentimiento. Con mi rechazo al señorito Nurafe, el vencedor, debió quedar en claro que un duelo no me hará aceptar las propuestas de matrimonio.” (Fortuna)

“Eso lo sé… Es mucho tu amor teniendo en cuenta la cantidad de mujeres a su lado ademas de ti y Blair… Viéndolas puedo deducir que también están enamoradas de él.” (Richter)

“Con su permiso, no competimos por el amor del joven Aruh… Lo compartimos.” (Desia)

“...No, en serio. Van a decir que todas las mujeres que vi en la entrada están compartiéndolo…………. Tiene que ser un chiste.” (Richter)

“No lo es, todas amamos a Aruh y las unas a las otras.” (Fortuna)

“¿Acaso eres una del montón? ¡Eres la mas lista de la familia como para…!” (Richter)

Su comentario le ganó bofetadas de Fortuna, Blair y Naku… Todas estaban dispuestas a golpearlo; y sinceramente, yo también.

Los dos mercenarios quisieron interceder, pero el mismo joven Richter los detuvo.

“Cuida tus palabras, Richter.” (Fortuna)

“Si, fue un desliz estúpido de mi parte. Solo me sorprendí ante tales hechos… Por la fuerza detrás del golpe de cada una de ustedes dos y de la señorita Naku, me doy una idea de lo mucho que debe atesorarlas Aruh Hydran.” (Richter)

“El resto de nosotras también puede dejárselo en claro.” (Fion)

“Y yo puedo mostrarle lo que pasa cuando alguien insulta a alguno de mis amores…” (Aruh)

“Paso de su oferta, muchas gracias… Ahora bien, haciendo a un lado este amor colectivo, digo, abundante… Existe una situación delicada en Silvertha respecto a ti… No sólo ha aumentado el número de pretendientes a tu mano, sino que algunos están recurriendo a métodos sucios…” (Richter)

“Lo sé, el joven Unboro conspiró con su padre para comprarme en la subasta.” (Fortuna)

“Su familia será arruinada, me aseguraré de que viva el resto de sus días en la total miseria… Los demás señoritos no llegaron a tales extremos pero algunos comenzaron a sabotear a otros… Y también involucran a sus familias. La señorita Hesana está promoviendo mucho a su hermano con nuestra madre.” (Richter)

“¿Gretel? Esa dichosa amiga mia sabe de que mi corazón le ha pertenecido a Aruh desde un principio… Voy a tener que darle una lección.” (Fortuna)

“El caso es que… Su hermano, el señorito Preston, cuando recien te fuiste de Silvertha, él… No te enojes, gracias a su ayuda pudimos contratar al gremio ‘Tesoros infinitos’ para venir a rescatarte…”

“Hizo algo muy estúpido, ¿no es así?” (Fortuna)

“...Quiere retar a tu esposo a un duelo para liberarte de él.” (Richter)

“¿Liberarme… de… Aruh?” (Fortuna)

La ira de Fortuna comenzó a desbordar, su hermano se escondió detrás de sus guardaespaldas. Intercedí para calmar a mi amada.

“Ese patán no me quitará a Fortuna.” (Aruh)

Abracé a Fortuna desde atrás, su ira se disipó en un instante.

“Traiga un ejército en mi contra, invoque demonios o lo que intente hacer… No le cederé a Fortuna, ella no es un objeto ni un premio, y si tantas ganas tiene de pelear, con gusto lo convertiré en un ejemplo de aquellos que se meten con mis amores.” (Aruh)

“Excelente idea… ¡Te apoyo, Aruh!” (Fortuna)

“Y yo.” (Naku)

“Nos gustaría ver a ese tipo recibir una leccion, miau.” (Titanya)

“Seria algo divertido, ¿verdad?” (Elin)

“Si” (Kristera/Megan)

“...Y yo que creí que la señorita Fortuna sería capaz de detener al señor Hydran si se descontrolaba.” (Dob)