《El aficionado [Español] [Completo]》11. La decisión
Advertisement
Domingo. Faltaban solo un par de días, para que se cumpliera un mes de entrenamiento. Génesis se encargó de preparar la ensalada junto a Julieta y su madre, mientras que Leo prendía el fuego junto a su padre.
—¿Que pasa viejo? Te noto triste.
—No es nada. Me preocupo por vos. Yo nunca quise que seas un peleador.
Leo se sorprendió. No sabía con exactitud como se había enterado, pero no podía negarlo.
—Ya sé, pero yo no tengo miedo.
—¿Por qué? ¿No sos feliz con tu trabajo en el restaurante?
—No. Hay personas que se conforman con ganar once mil al mes, se conforman con trabajar de mozos, se conforman con lo mínimo; pero yo no. Yo nací para ser un rey, no un peón del restaurante de mi viejo.
Su padre lo miró serio. Al cabo de 7 segundos respondió.
—Está bien. Ya sos mayor de edad y podés tomar tus propias decisiones, más allá de lo que yo piense.
—Me voy a independizar. Voy a seguir en el restaurante por un tiempo más. Un año o dos, hasta que empiece a competir y a ganar dinero en la jaula.
—No. Ya no vas a trabajar en mi restaurante.
—Cómo si me fuera a cambiar la vida.
—Tampoco quiero que sigas viviendo acá. Sos mayor de edad, independizate.
Leo fue apurado a la cocina.
—Nos tenemos que ir.
—¿Por qué se van? Preguntó su madre quien no sabía lo ocurrido.
—Nos tenemos que ir —repitió.
Salieron y cerró con llave de forma brusca.
Se dirigieron al auto de ella, estacionado en frente. Al subir y arrancar el auto, lo observó. El solo miraba por la ventana, al lado adverso de su casa. Al notarlo tan enojado, no le preguntó nada. Esperó hasta ingresar al departamento para preguntarle.
—¿Qué pasó? Ya estábamos por comer.
—Nada. No pasó nada.
Lo abrazó con fuerzas, podía sentir su gran malestar.
—Me echaron de mi casa. Del trabajo también —dijo lleno de tristeza.
—¿Por qué?
—Se enteraron que estoy practicando.
—¿Ahora que vas a hacer?
Se miraron unos segundos.
—No lo sé. No sé cómo se enteraron.
Se tomó unos segundos para responder.
—Seguro entraron a tu habitación, encontraron tu protector bucal o el carnet del gimnasio.
—No. Ellos no entran a mi habitación —respondió al instante —. ¡Julieta!
Advertisement
—¿Pensás que fue ella?
—Si. Esa infeliz siempre está buscando la manera de joderme. Me quiere hacer sentir culpable de su insignificante vida.
Leo se sentó en el sillón y miró hacia abajo.
—Bueno. Vamos a comer algo.
Leo no dijo nada, seguía mirando el suelo de madera. Perdido en el brillo, que reflejaba el interior de la sala de estar.
—¿Querés supremas?
—Si.
—¿Con puré o fritas?
—Yo me encargo de las papas —dijo y se levantó del sillón.
Mientras ella metía en el horno las milanesas, el empezó a calentar el aceite. Lavó dos papas, las peló y las corto al medio. Le encantaban que las papas sean finas, que no superasen el centímetro de grosor, pero ese domingo no le importó. Cortó las papas de prisa sin pensar en medidas, descuidando la prolijidad. Colocó todas las papas en una bandeja. La primera tanda, la tiró despacio, pero la segunda tanda la tiró bruscamente y esto, ocasionó que el aceite le salpique y queme el dedo índice y el siguiente de su mano izquierda.
—¿Te quemaste mucho?
—No es nada. Apenas me salpicó.
—Dejá te noto muy tenso, yo me encargo.
—Está bien —dijo desanimado.
Se sentó en la mesa.
Espero pensativo, hasta que Génesis llevó la comida a la mesa.
—No sé qué voy a hacer —le dijo cuando se sentó.
—Olvidate de esto. Mañana ya va a ser un nuevo día y vas a hacer las paces.
—No. No voy a volver allá, ni tampoco voy a seguir trabajando en el restaurante.
Se asustó ya que no esperaba esa reacción.
—¿Estás seguro?
—Si.
—Podés estar acá todo el tiempo que quieras.
—Gracias.
A las dos horas, fue por sus cosas.
—No es necesario que te vayás, solo te pedimos que dejés de pelear —le dijo su madre.
—Voy a pelear, te guste o no —le dijo el a su padre.
—¡Andá a pelear!, cuando te desfiguren no te voy a ver internado —le respondió temblando.
—¿Estás feliz? Porque yo sí. Espero no verte más, me da vergüenza tenerte como hermana.
Ella no respondió. No esperaban verlo alterado de esa forma, no era habitual en él.
—Seguís muy tenso —le dijo su novia al regresar.
—Si. Esa inútil se metió en mi pieza, me revisó todo y les dijo a mis viejos. Tampoco estoy muy seguro. Yo tenía las cosas del gimnasio, en el cajón, debajo de un libro y cuando miré, estaba igual que cuando lo dejé la última vez.
Advertisement
—Ella me preguntó a mí.
—¿Cómo?
—Me preguntó que estabas haciendo, porque varias veces vio que te ibas a tal horario.
—Sos una estúpida.
—No me digas estúpida —le dijo muy sorprendida, ya que nunca se habían insultado.
—¿Y qué querés? ¿Qué te felicite?
—Perdoname. Ella me preguntó y yo le dije, no pensé que iba a contarle a tus viejos.
—Se supone que me ibas a proteger, no a delatar. ¿Cómo voy a confiar en vos si me delatas?
—Perdón. Me lo preguntó tranquila, cómo si te apoyara, no pensé que pasaría esto —le contestó mientras comenzaba a lagrimear.
—Si, igual de estúpida que cuando nos robaron. Te quedaste paradita sin hacer nada.
Ese comentario desató sus llantos.
—No lo hice apropósito, no pensé que pasaría esto.
Leo no cambió su cara tras verla llorar.
—Ya está, no importa —dijo mientras se estaba yendo.
—¿A dónde te vas?
—Voy a caminar. Necesito estar tranquilo.
—¡No fue apropósito! —gritó mientras seguía llorando.
Leo quien ya tenía su mano derecha en el picaporte, a punto de salir, se dio vuelta.
—Puedo identificar un comentario sincero de una mentira.
—¡No estoy mintiendo! —gritó desaforadamente.
—Te creo —dijo sin cambiar de ánimo al abrir la puerta.
«Una vez que mi vida parecía perfecta, me pasa esto. Espero que sea temporal y que este junto a mí, no me imagino perderlo, lo amo demasiado. No quiero perderlo. No lo voy a perder. Voy a hacer lo necesario, pero no lo voy a perder» Sacó, en conclusión.
Estaba convencida de que, en unos días, volvería a su casa a solucionar las diferencias con su familia. Prendió el televisor y puso el canal de cocina. Leo regresó rápido, a los pocos minutos de haberse ido.
—Fui por una gaseosa. No tenías más y compré una —dijo al ingresar—. ¿Te sirvo?
—Un poco.
Leo le dio el vaso y fue al sillón junto a ella. La abrazó y la besó.
—¿Ya estás mejor?
—Si. No pensé que contarle a tu hermana generaría este problema.
—Yo tampoco pensé que mis padres me iban a echar.
—Pero podés ir y ha…
Leo la interrumpió.
No —dijo muy seguro.
Miraron el programa de cocina y se quedaron en casa. Génesis cumplió con su horario laboral mientras Leo se quedó pensando en la decisión que optaría.
Al día siguiente, se despertó temprano. A las 9. Ella seguía durmiendo por lo que la despertó.
—¿Qué hora es? —preguntó sin ánimos de levantarse.
—Son las 9. Ya tomé una decisión.
Se asustó.
—¿Qué decisión?
—Me voy.
Se sentó en la cama, a su lado.
—¿A dónde?
—Voy a probar suerte a la gran ciudad.
—¿Con la MMA?
—Si.
—Pero, ¿cuánto tiempo vas a tardar?
—No lo sé.
—Si te vas. ¿Qué va a pasar con nosotros?
—De eso te quería hablar. Sos la razón que me impide irme.
—¿Entonces? ¿Cómo, vamos a seguir? —preguntó preocupada.
—Esto es difícil para mí. Siento que acá no estoy progresando. No quiero trabajar de por vida en el restaurante de mi viejo.
—Pero, no es necesario que te vayás. Podes hacer igual que ahora. Vivís conmigo y cuando tenés que entrenar, viajas.
—Ojalá todo fuese tan fácil. Estoy yendo una sola vez a la semana, así nunca voy a llegar a ningún lado. Nunca voy a ser profesional.
—Buscamos otro trabajo acá, que te permita ir las dos veces.
—No. Este lugar no da para más.
Génesis se largó a llorar.
—¿Me vas a dejar? Si me vas a dejar decímelo—dijo muy rápido—. No me vendás el cuento. Me hace mal.
—Yo me voy a ir y quiero que vengas conmigo.
Se quedó callada, pensando, mientras buscada recomponerse.
—Los dos nos merecemos algo mejor. No este pueblo que no tiene nada, que recién se volvió una ciudad hace un año porque lo unieron con los otros dos pueblos.
—Nunca pensé en irme.
—¿Cómo qué no?
—No. Desde que empezamos a salir me di cuenta que con mi trabajo en el restaurante y vos, ya soy feliz.
—¿Ya sos feliz?
—Si. Ya es suficiente.
Leo lagrimeó.
—Vamos a recorrer la gran ciudad. El barrio “La Costa”, que es el más lindo.
—¿Ahora? todo esto es inesperado.
—Si. Vamos ahora que no tenemos nada que hacer, ya almorzamos allá y recorremos el lugar que tenemos tiempo.
—Bueno.
Advertisement
- In Serial27 Chapters
His Will Thrice Reborn
Truth is fractured. What urges a person is the small fragment they carry of it, believing it is whole. My family disowned me, and I - the genius cultivator of a generation - was banished from the Falling Star Sect. Make no mistake. No one but I was to blame for the plight I brought upon myself. After being cast out, there was nowhere left for me to go. I applied for a license from the Guild of Independent Cultivators, but I was rejected every time I tried. It seemed the world had no need for a person like me. I thought it was the end. Until I met Mei. The runaway girl in whom I sought refuge - an escape from the past. She was a crutch that kept me going, but our journey together was one far too short. The girl left behind a legacy, although she'd never intended for it. Her life shaped the course of the world more than any emperor could ever dream of, in ways the immortal could never fathom. In the shadow of her history was I. A boy without a cause. Lost, save for that one vow he swore to himself when he stood at the abyss of his life. This is the story of where that vow has led me, and how it first came to be. It begins the day before I met her. *** - An epic xianxia story with lofty ambitions. - Updates twice a week. - Chapters average out on 2k+ words, sometimes varying in length.
8 113 - In Serial6 Chapters
The Violet Dragon Familiar
Five hundred years ago, the world was a much different place. Knights and mages roamed the lands, taking on quests and battling monsters. It was an era of great adventure… but it has come to a close. Monsters are long extinct, and with them, magic. You see, much like a tree creates oxygen, monsters produced mana – the ethereal substance that made casting spells possible. With no monsters to fight, the age of heroes ended. Now, the world is caught in a storm of technological advancements, new wonders seeking to replace the long lost magic. Evan Thames is a young man growing up in the prosperous city of Dewton. As the son of a famous general, he’s pretty high class, comfortable in his life… but that all changes when he recieves a mysterious parcel from his long absent grandfather.
8 95 - In Serial7 Chapters
The Mutant Mercenary
On Monbello, an alien planet that had been at war with another, is now almost just a wasteland on the surface, but underground, their society still survives. Tamina, a special fighter of one of two intelligent species occupying her planet, does favours for anyone in order to survive. I plan to release a chapter every day, and if not, every other day. I'm doing this for fun, as a hobby, but constructive criticism is still very welcome! :) Cover is mine
8 125 - In Serial23 Chapters
World End My Life Start WEMLS
world end my life start or WEMLS It's the story of two friends that where studying when the world changed. What well happend to them? Will they survive? Stay as friends?
8 188 - In Serial14 Chapters
The 19th member [NCT FF]
"Boys....I know it's almost time for debut,but...." "WHAT?!?!" 1 girl. 18 boys. Lots of Laughs. Sadness. Arguments. A messy dorm. A story about a girl and her 18 members who go through lots of stuff together as a team. highest rankings: #939 in nct2018
8 159 - In Serial52 Chapters
Teen Parents || j.jk ✔️
[ Completed ]Jungkook and Y/n was In a Relationship For 3 Year now..In they're School They Are one of The Hottest and Famous Students.. Every Boy Wants Y/n But Luckily Jungkook Got her.. Along with Jungkook.. They Both Love Each other..But What If Jungkook Got her Pregnant...What Do You Think Will happen to them?⚠️ WARNING⚠️-Smut 21+ & 18+- Bad Languages- Bad Things- Sad and MoreA/n : Plss If you Dont like Mature Things I'm Gonna warn You not to Read this Just read Something else and Also Please Don't Copy My Work Without my Permission thank you 😊💗
8 165

